El punto de atención de urgencias de Gorliz, ¿recorte sanitario encubierto?
Están esperando a las estadísticas de afluencia de pacientes y que se cerrará «provisionalmente» si la afluencia es escasa
Durante la pasada campaña electoral, el lehendakari Urkullu se comprometió, entre otras cosas, a garantizar una sanidad pública sin recortes. Sin embargo, en la OSI (Organización Sanitaria Integrada) de Uribe hay un antes y un después de este compromiso electoral. Estas palabras que nos tranquilizaban, se van diluyendo como pequeñas gotas de aerosoles poniendo en jaque servicios sanitarios vitales como son los PAC (Punto de Atención Continuada), donde se realiza la continuidad de los cuidados que necesitan los y las pacientes, además de prestar atención de urgencia y emergencia en el propio centro.
En esta OSI Uribe existen cuatro centros de PAC: Algorta, Areeta, Gorliz y Mungia. Con motivo de la covid-19 se cerraron el de Gorliz y el de Algorta. Este último, aun habiendo vuelto a la «nueva normalidad» no ha sido reabierto, permaneciendo «provisionalmente» cerrado, atendiéndose a la población en el PAC de Areeta. Por otro lado, el pasado 15 de junio fue reabierto el PAC de Gorliz con fecha de caducidad incluida para el 31 de agosto.
La responsable de dicha OSI, la gerente María Luz Marqués, refiere que están esperando a las estadísticas de afluencia de pacientes y que se cerrará «provisionalmente» si esa afluencia es escasa, algo que parece insólito cuando estamos hablando de un servicio que atiende las urgencias y emergencias sanitarias, a no ser que tras semejante reflexión de la gerencia se esconda otra cosa: recortes sanitarios.
Existe muchas razones para mantener y defender el PAC Gorliz. Si se cierra este PAC, se deberá acudir al PAC Mungia, que se encuentra a una distancia de unos doce kilómetros de los municipios afectados (Barrika, Gorliz, Lemoiz y Plentzia). Esto supone molestias y gastos para poder continuar el tratamiento, hacerse curas, ponerse inyectables, etc. Es probable que haya quien abandone el tratamiento debido a sus condiciones físicas o la imposibilidad de desplazarse al no tener medio de transporte. Por otro lado, supondrá un retraso en la atención de urgencias y emergencias. Las evidencias demuestran que si se atiende a las personas en un tiempo mínimo se pueden evitar secuelas y/o el fallecimiento. Esto es lo que puede pasar a partir del 1 de setiembre.
¿Recorte sanitario encubierto? Parece ser que sí. Lo que quieren, presuntamente, es ahorrar en una plantilla de seis personas, justificando la decisión con datos estadísticos de afluencia o demanda de la población, y poniendo así en riesgo la salud y la vida de la ciudadanía.
Se hace imprescindible una reapertura definitiva del PAC de Gorliz, no un parche únicamente para el verano. Cumplan la palabra dada en período electoral y no quiten recursos sanitarios, lo «provisional» suele convertirse en «definitivo». Nos encontramos ante el virus letal de la privatización, de los recortes, de la desigualdad, de la pobreza, de la discriminación...