Ante el anuncio de EH Bildu, PSOE y Geroa Bai de su presentación en el Pleno del Ayuntamiento de Pamplona, para su aprobación por el mismo, de su acuerdo para la resignificación del Monumento a los Caídos me parece interesante dar a conocer a la opinión pública, dados los diferentes acontecimientos en las últimas fechas, la situación en que se encuentra el tablero o terreno de juego, en el cual el tripartito anuncia hacer su nuevo movimiento.

Recordaremos, para empezar a ponernos al día, que el pasado 26 de diciembre se presentó una instancia en el Ayuntamiento de Pamplona en la cual la Agrupación de Asociaciones Memorialistas por el Derribo de los Caídos en la cual se solicitaba, por segunda vez, el inicio por parte de este Ayuntamiento, del procedimiento para derribar el Monumento. Se basaban las asociaciones, una vez más, en la Ley de Memoria Histórica de 2022, y en un nuevo dato que habían encontrado: El Monumento a los Caídos no está protegido, puesto que la normativa de protección del Monumento a los Caídos no está en vigor al no haber sido publicada íntegramente en el Boletín Oficial de Navarra. Al mismo tiempo, las asociaciones memorialistas convocaban una manifestación para el 18 de enero.

Previo a la celebración de la manifestación, gran parte de las asociaciones memorialistas como tales asociaciones, no como Agrupación de Asociaciones, recibieron una invitación por parte de Geroa Bai para reunirse. A la misma se le contestó que al estar trabajando como Agrupación su deseo era reunirse con los tres partidos al mismo tiempo. Por problemas de tiempo y de agenda, la posible reunión se trasladaba a fechas posteriores a la citada manifestación. De la misma no han vuelto a saber nada.

Se realizó la manifestación, que como todo el mundo sabe, fue un gran éxito de participación popular, dando «fuelle moral», para la reafirmación de que se va por el buen camino y bien cargados de razones. Y en la misma se reclamó, por activa y por pasiva, la demolición del mamotreto.

Tras la manifestación fue EH Bildu quien se movió, invitándoles a una reunión. A la invitación se le contestó, al igual que a Geroa Bai, que se aceptaría una reunión con los tres grupos al mismo tiempo. EH Bildu aceptó la propuesta comprometiéndose a gestionar con el PSOE la posible reunión. De esta reunión a cuatro bandas (tres partidos más la Agrupación de Asociaciones), al igual que la prevista con Geroa Bai, no se ha vuelto a tener noticia.

Pero sí ha habido noticia de la intención, por parte de estos tres partidos, de presentar su plan de resignificación, o «transformación», como le gusta titular al tripartito su acuerdo, para la aprobación por el pleno del Ayuntamiento de Iruñea.

¿Qué significa, a mi entender, este nuevo movimiento por parte del tripartito?

1. Que tira a la basura, definitivamente, el concurso de ideas del año 2019, tan alabado una y otra vez desde la actual alcaldía, y los cientos de miles de euros que el mismo costó.

2. Convocar un nuevo concurso de ideas, con el coste que esto supone para las arcas municipales.

3. Este nuevo concurso de ideas, en mi opinión, saldrá viciado desde el momento que el mismo se limitará a llevar a cabo un proyecto basado en los deseos del tripartito, (derribo de las arcadas laterales y mantenimiento del núcleo central del edificio-monumento, ocultando la cúpula), sin la posibilidad de poder presentar proyectos que incluyan su derribo.

4. La participación ciudadana se limitará, dado que no hay posibilidad de derribo, a decidir qué tipo de txapela se colocará a la cúpula para su «resignificación» u «ocultación».

5. Mantiene la denominación de Maravillas Lamberto para el centro a crear, con lo que esto supone de nuevo agravio a su memoria, a pesar de la posibilidad manifestada recientemente por el ser. Alcalde de que ese nombre desapareciese de este proyecto.

6. Al mantener en pie lo fundamental del monumento, siempre queda la posibilidad de que un nuevo «comité de expertos» se reúna a petición de un futuro ayuntamiento y «resignifique» el contenido del Monumento, lo vacíe de contenido y deje a la vista el mural de la cúpula. Y,

7º y último, significa que, implícitamente, reconoce, en el punto 3º de su presentación al pleno (3. Llevar a cabo una modificación del Catálogo Municipal a los efectos de adaptar la parte correspondiente del Monumento a los Caídos), que las asociaciones Memorialistas tenían razón al decir que el tal monumento no tenía protección, por no estar incluido en el Catálogo Municipal. Y se da la paradoja que, a mi entender, se le va a dar una protección que no tiene para que no pueda ser derribado, para luego quitársela para poder hacer la «resignificación».

Es de lamentar el enroque defensivo, utilizando esta expresión del juego del ajedrez, o en términos futbolísticos, la patada en la espinilla del rival, propinada por un defensa marrullero, regateado una y otra vez, que supone este nuevo movimiento del tripartito empeñado en llevar a cabo una resignificación que tan contestada está siendo. Se vuelve a desoír ese clamor popular que exige su demolición, mostrado, como ejemplo, en decenas de artículos de opinión publicados a lo largo de este año y culminado en la masiva manifestación del 18 de enero.

¿Y para cuándo la contestación que debe dar el Ayuntamiento a la Agrupación de Asociaciones por el Derribo de los Caídos, negativa, por supuesto, viendo los movimientos hechos, a la solicitud de derribo? ¿Agotará el plazo hasta el último día? ¿Callará?

Estoy impaciente por ver los argumentos que puedan dar.

Mientras tanto, el jueves día 6 de febrero, a las 18.30 de la tarde, estaremos en la Plaza del Ayuntamiento reivindicando: ¡Derribo ya! Eraitsi orain!


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