"La Ilíada" es una epopeya griega y el poema escrito más antiguo de la literatura occidental, atribuido a Homero, siglo VIII a.C. Su otra obra es "La Odisea", a ambas nos referiremos, ya que fueron utilizadas como fundamento de la pedagogía griega. Tienen lugar en el tiempo en la Edad de Bronce (resultado de la aleación de cobre con estaño), aún no conocen el hierro y representan a la denominada época heroica griega, en la que hombres y dioses (politeísmo) rivalizan entre sí, con las armas y en el amor, que posee las características de la Edad Media europea. Estos dioses son físicamente iguales a los hombres, con las mismas pasiones y vicios, solo que son inmortales. La explicación nos la proporciona el filósofo griego Jenófanes de Colofón, fundador de la Escuela Eleática, que dice: los dioses que imagina el hombre tienen forma humana, si un caballo pensase en dioses tendrían forma de caballo, siglo VI a.C.

Con fecha 21 de enero de 2017, los compañeros de Zaragoza enviábamos a la izquierda abertzale, con una copia para GARA, la siguiente consideración, que presentábamos con el epígrafe: "Klasizismoa eta ortodoxia".  Bajo el síndrome de Homero.

«... Vuestro colectivo ha vivido antaño una etapa de gesta heroica, en la que el prototipo era la espada y la lanza de Aquiles, tal como lo vemos en la Ilíada. Pero esa etapa, que comenzó en Troya, acaba y muere también en Troya... Ahora hemos entrado en otra diferente, más esperanzadora que GARA, en el día de hoy nos anuncia. Es la era de Ulises y de "La Odisea", en que se destaca la «metis», sagacidad e inteligencia práctica, acompañadas de la astucia y firmeza... es el punto donde desde hacía años pretendíamos llegar y ya se ha conseguido (...). Estamos como en un tren en marcha, la siguiente estación será la paz definitiva de la Organización Armada, con el fin de la etapa de Aquiles (que vendría tres meses más tarde) y entrado de lleno Nueva Sortu y con ella la fase de Ulises. Donde al final del camino se encuentra la patria, esposa y un hijo que esperan... Debemos congratularnos y dar la bienvenida a Nueva Sortu, porque ella va a ser protagonista y testigo de cosas muy grandes que van a suceder... tiempo atrás os decía que el 2017 iba a ser un año muy especial (¡vaya si lo fue, la paz de ETA, nada menos!)... Pese a posibles saboteadores amen de provocaciones, siempre hemos de movernos en el contexto de la paz, ahí es donde el demócrata se siente fuerte, el simio y el que no tiene razón ni argumento embisten como lo hace el carnero (Machado)... y por supuesto, endulza más una gota de miel que diez barriles de vinagre...».

En esta atmósfera de héroes homéricos semidioses (Aquiles era hijo de la diosa Tetis y del humano Peleo), según Bolaño Pérez, siempre preocupados por el cumplimiento de lo correcto y de sus deberes morales, antigua cultura aristocrática helénica, nada que ver con la virtud socrática, los héroes derrochan cualidades físicas, morales e intelectuales, destacando honra, fama, libertad, justicia, y en un mundo heroico prima la valentía. No sucede así con el comportamiento de los dioses, que escapan a una escala de valores y están más allá del bien y del mal, no tienen necesidad de «paideia» educación, ni de ideal alguno al que aspirar, diremos que no tienen ética ni la conocen. El mundo metafísico no le preocupa, no lo trata ni lo exalta Homero. Por otra parte los dioses tampoco le prometen al héroe una mejor vida después de la muerte (M. Carrera).

En este contexto, el protagonista del conflicto vasco con el Estado puede perfectamente incardinarse en la dinámica del mundo y del héroe épico homérico, también lo es en el campo de combate, Aquiles se muestra soberbio frente a Héctor pero no está exento de compasión: cuando el rey de Troya Príamo va a la tienda de Aquiles a pedir el cadáver de su hijo, ambos lloran juntos la desgracia, Aquiles llora también por que piensa en su padre, el dolor que tendrá cuando el no regrese de Troya, su madre la diosa Tetis así se lo vaticinó. También morirá.

No existen muertes lentas y torturas del enemigo, el ser humano es centro y fundamental, a cuyo alrededor gira toda la ética griega. Del enemigo se suele exaltar sus preclaros ancestros y actual valentía. Nunca se hace mofa de él, se le mata en el campo de batalla o se le esclaviza, pero nunca se le tortura con ánimo de goce sádico. Así mismo en las «ekintzak» de la Organización Armada Vasca, nunca se dio casos de tortura ni de sadismo.

Seguimos llevando el mundo homérico a Euskal Herria, y mentamos y focalizamos la valentía y la compasión. Estas las vimos hace ya décadas, primeramente en el círculo de Patxi Zabaleta y sus compañeros, y últimamente con los ediles de la izquierda abertzale de Errentería, y hace unos días en Iruñea, en la que el Alcalde de EH Bildu, con valentía y sensibilidad compasiva, se ha acercado a las victimas de la otra parte del conflicto a presentar su dolor y su empatía, todos los apolíticos y gente de buena fe lo aplaudimos, «zorionak», mientras suena en su honor la Sinfonía N. 3, conocida como la Heroica, en mi bemol mayor, de Beethoven, que este compuso en honor de los ideales de la Revolución francesa.

El gesto de compasión que hace el Alcalde de Iruñea, por analogía invita a que rememoremos el fragmento textual de la petición del cadáver de Héctor por su padre el rey Príamo de Troya: «... Respeta a los dioses, Aquiles, y acordándote de tu padre, que viene a ser de mi edad y se halla en el umbral fatal de la vejez... no tiene a nadie que le proteja del ultraje y la desdicha... así me hallo yo también... el impetuoso Ares ha roto las rodillas de la mayoría de ellos, y al ultimo de ellos, Héctor, tú lo acabas de matar cuando combatía por su patria... ten piedad de mi soy un desgraciado... que se ha visto obligado a hacer lo que ningún hombre hizo en la tierra, besar las manos del que mató a mis hijos...».

Aquiles entregó el cadáver de Hector para que su padre lo enterrara e hiciera exequias fúnebres, para lo cual le concede doce días. Ese día por la mañana... la madrugadora aurora, Eos, que nace en la montaña, de larga túnica de azafrán, hermosos bucles, rosáceos dedos y trono de oro se levantó temprano para llevar su luz a mortales e inmortales, los troyanos levantaron una pira y le prendieron fuego.

Finalizada la IV Guerra Civil Española 1936-39, dicen que un general alemán preguntó al General Franco, a qué Ejército consideraba el mejor del mundo; sin pestañear contestó: La Infantería Nacional; y el alemán insistió de nuevo, ¿y después?, sin dejarle terminar le contestó: La Infantería Roja. El alemán no insistió más. En el conflicto vasco, cual sería la opinión del Sr. Pajoy y de Zaulo? La figura del «broker» es de las más importantes de la Bolsa, hace posible que dos posturas diferentes, la del que vende y la del que compra converjan en un precio y la operación se haga. Eso hemos pretendido en este artículo.