Isidoro Berdié Bueno
Profesor en Ciencias de la Educación, Doctor en Historia y Doctor en Filología Inglesa

«Nik GARA maite dut». Procés, sí al diálogo. «Make love no war»

«La España que embiste» (Machado). Los luctuosos sucesos que está viviendo Cataluña nos desacreditan, como diría San Pablo, ante Dios y ante los hombres, nosotros añadiríamos que también ante los animales y plantas, qué con nuestras «razzias» turbamos la tranquilidad y armonía de su existencia y de sus vidas.

La exposición artística habida de un preso euskaldun en su tierra, en su Patria, como todo en la vida ha tenido sus latras e iconoclastas. En consecuencia no hay que alarmarse ni soliviantarse, ni mucho menos perder el control. Cual dice el refrán persa, los perros ladran pero la caravana pasa. Somos pocos los pioneros que analizamos la Historia con los aportes que nos permite la psiquiatría, y esta nos facilita descubrir que quizás el objetivo de tal hostigamiento, de modo consciente o inconsciente, es como un mordisco dirigido a deslegitimar y cuestionar su derecho a formar parte de esa Comunidad de la que un día fue apartado. La incesante reacción brutal contra la izquierda abertzale confirma la fuerza de su mensaje.

Los primeros han visto arte y un estilo propio en la obra, los segundos la persona, pero no sus virtudes, sino sus tics y deficiencias. Estos últimos, con los que es muy difícil razonar, pues son dogmáticos, deberían conocer al pensador alemán de la Ilustración Kant, siglo XVIII, y su máxima filosófica: «Nobis ipsis silemus», que en traducción libre podríamos decir, no importa quien lo dice sino qué es lo que dice.

Los que hemos visto el arte la hemos disfrutado por esa armonía de colores y siluetas, trazadas con imaginación, que definimos como un canto del mundo (munduaren kantua) o una sinfonía cósmica de Dios. Sobre los que se han fijado en la persona decirles qué yo también me he fijado en el lado humano de la persona, como decía Sócrates, filósofo griego asesinado por el Estado de turno en plena democracia ateniense, «aner pantós metron», la persona como medida de todas las cosas, sin la presencia humana nada tendría sentido. El cantoautor contestatario americano Bob Dylan, años 60 del pasado siglo, compuso una canción que titulaba: «Man gave names to all the animals...  in the beginning...  long time ago...». La persona ante el cosmos, se enfrenta a un mapa mudo, le pone geografía también da identidad y singularidad a las cosas, y las hace distinguibles en el espacio tiempo.

Y qué hemos visto muchos en la persona, muy sencillo, alguien que ha cometido errores, «el más justo pecó más de siete veces al día» (Biblia), que lo lamenta pero no existe la moviola para estas y otras muchas más cosas rectificar, de la misma manera que tampoco existe para los 80 millones de muertos en la II Guerra Mundial, cifra considerablemente superior a las victimás de la Organización Armada Vasca. ¿Es mucho pedir a esos detractores qué analicen y estudien la Historia con proporcionalidad en datos y cifras? ¿Por qué no comenzamos pidiendo responsabilidades a los Jefes de Estado, que conociéndose no se mataron, y enviaron a gente que no se conocía a matarse entre ellos? Aparte que muchos, como cristianos, hemos visto a una persona, en su versión platónica dual: cuerpo y alma, como cualquiera de nosotros, con unos derechos humanos inviolables e inalienables, también unos deberes, por supuesto, implican un compromiso, nada de raro en todo ello. Como nosotros, tienen un cuerpo que se integrará en la tierra y un alma, qué si ha sido justa y buena, según Platon, irá al cosmos noetós, al mundo de las Ideas, que está presidido por la Idea del Bien, y terminarán las miserias y ruindades que nos han impedido ser felices en esta vida.

Hemos visto el artista, verdadero vanguardista, con una creatividad asaz constructiva y original, con humanismo, con ganas de servir a la sociedad a la que un día hirió: «Errare humanum est/ Mutare sapientium est», decían los latinos, errar es de humanos rectificar es de sabios. ¿No se han dado cuenta los detractores que posiblemente están ante un sabio en la ética latina clásica? Muchos cristianos, que comprendemos y sabemos perdonar hemos visto a un ser humano, que no ha sucumbido ni se ha hundido en la soledad de la cárcel, que ama a la vida, ha meditado sus errores, su existencia y quiere vivir. Como dirían los Beatles, grupo ingles musical de los 60, y nosotros con ellos, ¡«Let it be»!

Hablando como venimos de música, recordemos la letra y entonemos la canción del pasado siglo, de Pedro Ruy Blas: "A los qué hirió el amor", que en el país galo se cantó bajo el título: «Ceux que l´amour a blessé», dicho sea de paso, con menos arte, gracia y corazón qué en La Piel de Toro. En ambos casos se aprecian marcados tintes románticos dentro de una atmósfera antibelicista, ninguna que mejor defina el alma de esos que decidieron tomar una pistola un día, por una razón muy sencilla, por amor a una mística y a un proyecto político, que pasado un tiempo ¡qué son 40 años comparados con la eternidad!, han comprendido que podía y debía defenderse en democracia, mediante el escrito y la palabra en el Ateneo, la prensa libre y el debate en todos los foros, inclusive en el de la Parroquia, y como ya hemos dicho»... mutare sapientium est». Para el citado filósofo y artista, zorionak!

Sobre las cenizas por el paso del tiempo, de la citada canción, en nuestro caso versión euskalduna, hablamos de una guerra cruel, ¡qué cosas! ¿será esta la primera? ¿habrá alguna que no lo sea?, hablamos de perder el miedo al fracaso que supone haber sacrificado y trabajado mucho, mucho, pero en dirección contraria, adaptando el texto a los presos, habla de surcos prematuros en el rostro, también por la vejez, sobrevenidas por los años de cárcel, pasan ellos como fantasmas encorvados, que inspiran piedad, salvo a esos qué no tienen piedad, y repetimos estribillo: «a los qué hirió el amor». Quisieron ofrendar sus vidas... a su tierra y a la libertad, unos ya volvieron al hogar y vieron qué su luz no les alumbra ya, solos en su rincón se lamentan sin llorar las llagas qué dejaron esos que nunca volverán. «a los qué hirió el amor». Como en la guerra cruel, de nuevo ¿pero, y cual no lo es? perdieron el amor... hay qué tirar las armás, y la Organización Armada Vasca las entrega «motu propio», sin obligarle nadie, qué ya no sirven más, ya solo quieren paz e incardinarse en la sociedad... «a los que hirió el amor».

Si queremos que nuestra especie sobreviva, si buscamos encontrarle un sentido a la vida, salvar al mundo y sentir nuestra existencia como parte de este universo, el amor es la única y última respuesta. El mundo cambia y no estaremos en el mundo para siempre. Decía Einstein, en su vertiente científica: «Existe una fuerza extremadamente poderosa, para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el Universo (hogaño Multiverso)... esta fuerza universal es el amor».También la francesa Julie Maroh: «Le bleu est une couleur chaude», llevada al cine en 2013, obtiene varios premios, abiertamente lesbiana la autora, en su vertiente sensorial, afirma: «Solo el amor puede salvar este mundo. ¿Po rqué debería avergonzarme amar?».

Al otro lado de la verja, oscuridad implacable, aplastante vació negro del Universo, sentirse deprimido, confundido y con miedo, pero en el fondo, late una insaciable sed de vida, que viene a ser una aventura llena de alegría y de esperanza. Un mundo en el qué el amor barra el instinto de dominación de totalitarios y dogmáticos, la envidia y la crueldad, llenando nuestra vida de delicias espirituales. Un mundo así es posible, espera solamente a que las personas quieran crearlo (Bertrand Russell, filósofo). Y no olvidemos que un demócrata en un país es una gran esperanza para todo el mundo, amén de un diario como GARA.

Hay una frase en la Historia, erróneamente atribuida a Voltaire, pero qué en realidad es de su biógrafa inglesa Evelyn Beatrice Hall, qué dice: «No estoy de acuerdo con lo que opinas, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo». Aquí en la Piel de Toro, llevamos atrasados muchos cociditos de democracia, por lo que a estas alturas estamos más bien lejos de esta cita bibliográfica. Se necesita Amor y diálogo en las Instituciones y en las relaciones sociopolíticas con el campo abertzale, también con los del «procés», a mi me recuerda la pintura negra del pintor aragonés Goya «A palos», en la que dos labriegos se agreden de manera feroz con las armás de que disponen en el campo, dos recios palos de madera, sobre un campo árido e infértil, cielo oscuro y tormentoso. ¡qué pena? Como Cicerón: Quo usque tandem ... , ¿Hasta cuando... ?

Cuando yo era niño, amén de monaguillo, ya lo fue mi padre, pero no mi abuelo, ni el bisabuelo, el Mosén de mi pueblo -recuerdo- en sus homilías solía decir: «Endulza más una gota de miel que diez barriles de vinagre«·. Me impactó. Seis décadas más tarde lo recuerdo, pues es algo que he practicado toda mi vida, y es algo innato al anarquismo, cuyo libro más representativo es «Sembrando flores», de Federico Urales, padre de la Montseny, creadores de la "Revista Blanca", en el primer tercio del siglo XX. Lo que me sirve para promocionar el libro "Egin, sembrando flores", para consultar en el diario GARA de Donostia, y en bibliotecas españolas como préstamo interbibliotecario. No está a la venta, ni tiene ISBN, pues el mercantileo con la cultura no encaja en el verdadero anarquismo.

Hoy la violencia la condenan todos los actores del conflicto, tanto los constitucionalistas como los nacionalistas, sencillamente, porque todos saben, son conscientes de que el tirano solamente es fuerte en la violencia, mientras el demócrata lo es en la paz, por lo que todos pedimos diálogo, amor y democracia. El ciudadano catalán y diputado Sr. Rufián, que últimamente se ha refinado bastante, pues ha comprendido que lo cortés no quita lo valiente, se quejaba en un programa de TV1, del uso constante qué se hace del fenómeno lingüístico «oxímoron», en latín: «contradictio in terminis», que consiste en usar dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión. Y ponía como ejemplos, urnas ilegales, referéndum delictivo, etc.

Para terminar este apartado, como colofón a la exposición, vamos a traer a colación al "Zurriago Libertario" que así piensa y lo afirma: Dos personas o colectivos con voluntades diferentes, sustentadas por creencias adversas, usando correctamente los recursos de la inteligencia, tienen qué llegar necesariamente a un acuerdo o consenso. «La España que embiste... de charanga y pandereta... vieja tahúr, zaragatera y triste... ha de dar paso a la España del cincel, de la maza, y de la idea» (Machado).
Amor y diálogo los vemos en este diario euskaldun abertzale, por eso volvemos al epígrafe inicial de este apartado y cual broche de oro decimos de nuevo: «Nik GARA maite dut».


Procés catalan. Make love no war (hippies)

A los actores del conflicto catalán, hogaño en la calle, tirándose los trastos, adoquines del suelo incluidos, unos –la mayoría– de manera pacífica, lúdica y festiva, otros –la minoría– haciendo uso de la más pura y auténtica acción directa, no les vendría mal recordar la máxima hippie, de los años 60: Make love no war. Pero, ¿merecería la pena recordar y levantar pancartas en las calles y autopistas con este eslogan? ¿en vez de adoquines del suelo, arrojarnos pasteles? ¿nos puede ayudar a solucionar el conflicto vasco y catalán? ¿qué fue en realidad el movimiento hippie, mereció la pena? Para relajar el tema, ¡vamos a verlo?

La irrupción hippie de los años 60 del siglo pasado se presentó como un movimiento contracultural, libertario y pacifista, abrazaban la revolución sexual y creían en el amor libre. Mejor no podían comenzar. En su vertiente ecologista, promovieron el Día de la Tierra, por una Naturaleza sana, pero eso ya chocaba frontalmente con el consumo de drogas: marihuana, anfetaminas y LSD. Era mal comienzo. Se mostraron, en cambio, antibelicistas frente a la guerra de Vietnam, con su lema: «Make love no war». Prometía ser una revolución frente a una sociedad esclerótica y mercantilizada, muchos jóvenes no solo de EE.UU. sino de todo el Planeta Tierra la siguieron, pero a falta de un compromiso serio, se quedó en mero capricho, por lo que resultó ser un fiasco.

Los hippies vivían del capital qué negaban, en todos sus colectivos había hijos de papá («niños mal de casa bien») que pagaban la juerga. Querían vivir por un lado, como la horda primitiva y por el otro, viajar en una moto Harley Davidson, sin respetar ningún tipo de ley, ni siquiera el código de la circulación. «Sexo, droga y rock and roll» hicieron que los más adictos a ellos murieran muy jóvenes. Fue una protesta contra la vida real, qué se diluyó en el vació. Era una religión que llevaba en su seno el germen de la autodestrucción. Una admiración por lo exótico oriental, que hicieron millonarios a muchos supuestos gurús hindúes, de comida vegetariana y meditación trascendental. De este movimiento solo quedan unos pocos chamarileros de más de 70 años de edad, haciendo manualidades con el alambre, vestidos de botas y de vaqueros, en el Barrio Misión, de San Francisco. Triste final para una juventud, idólatra de si misma, egoísta y hedonista, que se burlaba del amor verdadero, qué es sacrificio y entrega, y pensaba que nunca iba a envejecer.

Desde nuestro colectivo libertario de Zaragoza, algunos pensamos que no estaría de más qué a esa pancarta hippie inicial, a la que apoyamos, fuese de la mano, acompañada y complementada por otra representando el cuadro de Delacroix: «La libertad guiando al pueblo», qué en este caso sería un cuadro de Berdiecroix, en el que se representaría al veterano luchador, eximio periodista y sensible poeta Antonio Álvarez-Solís, vestido de payés, «lanza en ristre», con la tricolor guiando al pueblo. Porque como decía Napoleón, en su etapa de águila de la Revolución Francesa, cuando un pueblo conoce las delicias de la libertad, no existe tirano ni fuerza cósmica capaz de arrebatársela, ya que la defenderá incluso con su vida (Vid. diario "La República" 1873, Zaragoza).

«We were all injured at Wounded Knee», todos fuimos heridos en Wounded Knee (rodilla herida), Dakota del Sur, 1980. Indios y soldados yankees se enfrentaron a muerte en ese citado lugar geográfico, posteriormente los muertos fueron enterrados en fosas comunes, ninguno de los muertos protestó ni pidió exhumación. Ambas partes, resulta curioso, luchaban por la misma bandera: por la libertad y por su tierra, ¿«qué» les llevó a matarse? o ¿habría que preguntarse mejor «quien» les llevó a matarse?

Pero sobre la península ibérica se cierne el espectro del mítico dios griego Cronos, qué el pintor aragonés Goya lo pinta devorando a sus hijos, dicen qué el ser humano es polvo de estrellas, pero también en el cosmos hay canibalismo, los incipientemente estudiados agujeros negros y la energía oscura son capaces de tragarse galaxias enteras. Como decía el cubano José Martí: «El vino, de plátano, y si sale amargo es nuestro vino» (Vid. Revista Ilustrada de Nueva York, 1 ene 1891). Decía Castelar, cuarto presidente de la I República, 1873, que cada generación dejaba su propia impronta en la Historia, estamos en el siglo XXI, no se pueden mantener estructuras decimonónicas qué alimentaron nuestros abuelos, qué ni tenían teléfono, tablet ni luz ni agua corriente, mucho menos móvil.

Es el momento y hora de nuestros jóvenes, es a ellos a quienes pertenece y corresponde responsabilizarse del presente y destinos del país, y quienes pertenecemos al siglo anterior pasar a un segundo término. Son los jóvenes quienes tendrán que superar el estadio de las dos Españas, con sus tics y con sus tacs, superar partidos y sindicatos actuales, cuyas raíces brotan de la lucha de clases y de la dictadura del proletariado. Hoy pura anacronía, pues el hijo de ese proletariado del qué hablaba Marx, tiene el desayuno cada mañana en la mesa, se ducha con agua caliente, estudia gratis Bachiller, habla inglés y con beca va a la Universidad y a Erasmus, su mentalidad dista pues mucho de la qué se nutrió su padre y su abuelo. El problema territorial de España no es ni mucho la cuadratura del círculo, por más qué nosotros, los ya maduritos, seamos incapaces de solucionar de buenas formás, pero para la nueva mentalidad de los jóvenes estoy seguro qué será pan comido. ¡Al tiempo?

En cualquier caso, tanto ellos como sus posibles interlocutores, no estará de más qué recuerden cuando negocien, la máxima de Aristóteles: «In medio virtus est», en el equilibrio, en el término medio está la virtud. Tampoco olviden la máxima qué les oferta GARA: «No he de caminar toda la vida con el cadáver de mi padre a mis espaldas, pero tampoco he de olvidar que me parió mi madre».

Recordemos la Biblia y la parábola de las vírgenes prudentes y de las vírgenes necias, que esperan al esposo, en nuestro caso la solución territorial, como el esposo tardaba, las vírgenes necias se durmieron y no salieron al encuentro de aquel, en cambio, las vírgenes prudentes mantuvieron la vigilia y cuando llegó el esposo, despiertas lo estaban esperando. Para los actores de este conflicto, dado qué se alarga la vigilia, tomad el ejemplo de las vírgenes prudentes y no el de las necias. El esposo finalmente llega, hay que estar en vigilia, esperando, pues a diferencia del cartero, ese no llama a la puerta dos veces, ni siquiera una. A veces hay que recurrir en la Historia a mitos y parábolas, para que no te «casquen» la boina (dicho popular en Jaraba, Zaragoza).

Unas últimas cuestiones, que se me quedaban en el tintero, ilustre geomorfólogo Dr Modernidad, «mesedez» ¿en que lugar de Pangea estaba situada y delimitada, presencia y límites de los pueblos de la Península Ibérica? La Biblia, libro por antonomasia, de conceptos universales y atemporales, «Legegizona de Iruñea», (Demóstenes del foro) «mesedez» en qué lugar de ese libro se halla inserta la Constitución del 79? Biblias solo hay una, Constituciones en el mundo, «hic et nunc», hechas en y para el momento, tras la Revolución Francesa miles, como churros, y de esos cada hombre tiene ya el suyo. Pretender alargar a la niña el vestido de comunión para que sirva años más tarde de traje de novia no es de rigor, sino más bien obtuso e insensato a la vez. Entraría por la puerta grande en la antología del disparate.

Make love no war

La Revolución de Septiembre de 1868, liderada por el general Prim, de origen catalán, por la que se expulsaba del trono y de España a la reina Isabel II Borbón, dejaba a España en el dilema, si monarquía o república, como futura forma de Gobierno. Los políticos no se pusieron de acuerdo, entre una continuación de la monarquía en el heredero de Isabel II, o una república, optaron por un término medio, que era una monarquía Electiva o Democrática, y en unas Cortes Constituyentes votaron a la persona de Amadeo de Saboya, como rey. Muchos de los que habían votado la monarquía de Amadeo eran republicanos, pero pensaban que España no estaba preparada aún para una república, pero, estaban convencidos que si se mantenía el espíritu de la Revolución de Septiembre, la República no estaba rechazada, estaba aplazada. Unos años más tarde, 1873 aunque de forma ilegal, no se hicieron Cortes Constituyentes, se proclamaba la I República en España.

De manera parecida, la España de las Autonomías, consagrada en la Constitución de 1979 por unas personas qué no sabían historia, y en concreto nada sobre la citada Revolución de Setiembre 1868, pensaban más en la tarta y el «hic et nunc», también llevaba un germen en su seno o 17 espermatozoides que iban a fecundar esta Piel de Toro, y al cabo de cierto tiempo de embarazo, traería el fruto de su vientre al mundo. Y ya ha llegado, los huevos de la gallina clueca han comenzado a eclosionar, Pais Vasco y Cataluña, en lógica hay qué deducir, que con el tiempo los demás.
Continuarán los otros. El filosofo griego Heráclito decía, todo cambia, nada permanece (panta rei) . Y con ellos viene de nuevo la dicotomía, «to be or not to be», el ser o no ser hamletiano. Y la pregunta, no solo histórica sin también ética filosófica es ¿permitimos el feliz alumbramiento de estos seres, es decir, somos pro-vida, o sencillamente los abortamos? «That is the question».

«La España que embiste» (Machado). Los luctuosos sucesos que está viviendo Cataluña nos desacreditan, como diría San Pablo, ante Dios y ante los hombres, nosotros añadiríamos que también ante los animales y plantas, qué con nuestras «razzias» turbamos la tranquilidad y armonía de su existencia y de sus vidas. Estas «razzias» nos sumergen en lo más pesimista y simiesco del ser humano, recordando los aforismos del repetido múltiples veces filósofo anarquista alemán Nietzsche, citamos este: «Fuisteis simios, sois simios y seguiréis siendo simios». Nadie la ha enmendado, pero desde GARA nos resistimos a cargarla sobre nuestras espaldas y nos disponemos a superarla. Y a la pregunta qué de nuevo nos hizo el citado filósofo alemán en el siglo XIX: «El hombre existe para ser superado, qué habéis hecho vosotros para superarlo? Herr Friedrich, le aceptamos que los Estados nada, acepte Usted que GARA ha hecho mucho y no le cuento lo motivado que está para seguir haciendo cada día más. ¿Queda contestada su pregunta?

«Panta rei», que en griego sería algo así como que todo cambia, nos lo dice nuestro cuerpo, nos lo dice la Naturaleza, ahora es otoño, los árboles han tomado un color especial en sus hojas, mi amigo Jose Angel aprovecha para echar miles de fotos a la Naturaleza del momento. Una sinfonía de colores. La Tierra ha cambiado desde que fuera Pangea, en su orografía y demarcaciones. Cayó el Imperio Romano , que parecía iba a ser eterno, con su «pax romana», sus construcciones y Derecho Romano, San Jerónimo y otros alarmistas lo vieron de manera apocalíptica y pensaron que eran los fenómenos escatológicos previos al fin del mundo,, pero no fue así.

Remontándonos a la Era Contemporánea, a principios del siglo XX, como consecuencia de la I Guerra Mundial, 1914-18, en cuatro años hemos visto caer tres imperios: El Imperio Austro Húngaro, cuyo origen se remonta a Carlomagno, siglo VIII, creador del Sacro Imperio Romano Germánico. Cae también el Imperio Turco, que tenía su origen en la caída de Constantinopla, en 1453, y cuya extensión había llegado a superar la del Imperio Romano. El tercero es el Imperio Ruso, cuyo origen databa del primer Zar Iván IV «el Terrible», siglo XVI. ¡Lo construido en un montón de siglos, de repente, sin que oráculo ni pitonisa lo predijera, caía por los suelos en cuatro años! Por mi parte no se si decir, ante esos colosos, que España y lo que en ella suceda, representa mera anécdota aunque lo acompañes con sones y ritmo de tango, o si se quiere, acompañada con la música de viento de un triste guardoneón, un excremento de mosca en el cristal de un espejo, más si lo quisiésemos comparar con el espacio cósmico interestelar, entonces el excremento sería el de un mosquito del vinagre, beodo, bizco y guasón, que baila como nadie el charleston; pero de manera más estoica y senequista «Panta rei» (todo cambia) o «Mataiotes mataiotetos kai panta mataiotes», Vanidad de vanidades todo es vanidad, (la Biblia).

Siguiendo el trabajo de síntesis diremos que Pangea se remonta a millones de años, el Estado Español tan solo unas centurias, se desmontó el Imperio Romano y el globo terráqueo siguió girando y la gente viviendo, ningún signo escatológico, ni contienda cruenta entre divinidades y mortales pidiendo explicaciones. Fueron tiempos difíciles y oscuros, pero llegó el románico, con sus gruesos muros y poca luz interior para orar mejor, le siguió el gótico, con muros más abiertos a la luz y grandes y policromadas vidrieras, finalmente llegó el renacimiento, que marcaría el tránsito de una sociedad teocéntrica a otra antropocéntrica, con recuperación de la cultura clásica y el humanismo, la persona pasó a ser el centro de todo. ¿Quien se acordaba ya de Teodorico, el bárbaro que acabó con el Imperio romano? ¿quien se acordaba de Romulo Augústulo, el niño de corta edad qué ocupaba en Roma el cargo de emperador?

Make love no war/... vuestros pasos... /sin saber a donde van/en el sendero una flor/la flor de vuestra vida/dejadla crecer/oh, no la cortéis... /no se si volverás/si en el campo quedarás/hueco en mi lecho... que llenaste con tus besos/ no lo resistiré... /en la calle un día gris/tu te alejaste de mi/ya no estás aquí/cuando veo el amanecer y el anochecer/mi pensamiento está en ti... /¿porqué estas luchando?/... yo no se por qué.

León Tolstoi, eximio escritor ruso, anarquista cristiano, para él, igual que para la Biblia Dios era Amor, heredó una gran fortuna familiar, que repartió entre sus campesinos (en ruso «mujiks») y no quedó ahí todo, él mismo se puso a dar clases de alfabetización y a hacer trabajos manuales gratuitamente al servicio de esos campesinos y sus familias. Martin Heidegger, filósofo alemán, uno de los tres pensadores más influyentes del siglo XX y de la filosofía contemporánea, profesor de uno de los miembros de este colectivo libertario, fallecido recientemente. Heidegger, durante su vida, para pocas cosas recurrió a Dios, más a la razón, pero al final de su vida, según nos contaba este citado ex alumno del maestro, en una obra póstuma (que muy pocos conocen) dejó escrito que solo un Dios podía salvar el mundo, pero ese Dios tenia qué ser de la Filosofía.

Amor en la Biblia y en el anarquista Tolstoi, Filosofía en Heidegger, curiosamente ambas cualidades son como plantas con vida propia que crecen en el campo de Euskal Herria, y que por cierto, son las señas de identidad del diario GARA, por él alcemos las copas con champagne rosado y amoroso, otros con la sidra de Donosti, pero todos arrullados por los sones de la canción de los Rolling Stones "We love you" brindemos en euskara, bien alto para que se oiga, osasuna! Nik GARA maite dut!

Bilatu