Iñaki Urdanibia

Política marrón

Vayan por delante mis excusa por iniciar estas líneas hablando de mí, si bien añadiré dos cosas: por una parte, el yo es quizá el polo más adecuado para enjuiciar el pensamiento de uno, dejando de lado las disquisiciones acerca del pienso luego soy, o la versión freudiana de me pienso donde no soy, o similares, desde luego más certero que el nosotros que siempre abriga mucho pero resulta falaz y harto engañoso, pues el supuesto grupo que responde a la primera persona del plural, está compuesto de diferentes y sirve, no pocas veces, para sostener la visión gregaria y de tribu; siempre que no se dé por bueno el cogito-saltarín de Albert Camus: «me rebelo, luego somos»; por otra parte, añadiré que traigo a colación algunas experiencias vividas en primera persona para hablar de otros.

Estas reflexiones, y la mirada hacia atrás, vienen provocadas por el debate político, en plena campaña electoral, y los argumentos de algunos, que prefieren embarrar el terreno con tal de triunfar descalificando a otros, que los ven como el peligro más cercano para su triunfo, por otra parte habitual, hasta el punto que podría aplicarse al caso aquello que se repite acerca del deporte rey: juegan once contra onces y gana Alemania; en el caso que nos ocupa, compiten varios y siempre ganan los del batzoki; mas estos no saben ganar, pues aun teniendo todo a su favor no soportan ni el más mínimo desacuerdo. Ante esta constante, si al otro, al de Bilbao, le dolía España, a servidor le duele Euskadi. En este orden de cosas no le faltaba razón a Elkarrekin/ Podemos, antes de sus derivas hacia la perdición, al afirmar que mientras el PNV dominase, éste era un tapón que impediría cualquier avance progresista y de izquierdas en Euskadi, y es que el modelo PNV es el modelo que responde a quienes muestran la satisfacción, al sentir que son guapos, que visten bien y que comen y beben mejor... y, sabido es, al menos desde Gabreil Celaya que la insatisfacción es de izquierdas.
    
Pasado

O tempora o mores. Eran los años del tardofranquismo, los setenta, y acabé en prisión un par de veces; entre rejas no vi a nadie del PSOE en ninguna de las dos ocasiones, conociendo hasta algún miembro del Partido Carlista al que habían pillado en la frontera intentando pasar, para la fiesta de Montejurra, unas cintas magnetofónicas con las palabras de Carlos Hugo Borbón-Parma, y hasta coincidí con un par de currantes de la empresa Michelín de Lasarte que habían sido detenidos por el gravísimo delito de repartir calendarios con el busto de Sabino Arana con el lema Euzkotarren aberria Euzkadi da (Euzkadi es la patria de los vascos), eran de las juventudes del PNV, de EGI (por cierto, recuerdo que en el Gudari su publicación se leía por aquella época que la lucha de clases no se daba aquí ya que aquí éramos una «raza de señores», ¡¡¡glup!!!), allá, en el patio, andaban como perdidos, no sé si como almas en pena ( más pma que alma), ero sí daban como pena, y en la reclusión, al menos, no lucían los combativos kaikus... tal vez en la calle... no sé; el caso es que en este caso la excepción no era más que la excepción, ya que tanto los del partido de Pablo Iglesias Posse como del de Sabino Arana Goiri, no se dejaban ver en la lucha política, ni, en consecuencia, en las prisiones; en el caso de los primeros cabría preguntarse, sin rizar rizo alguno, si realmente existían, a no ser la vieja guardia y algunas bandas de abogados, que luego, ya en zapatillas, recibieron el subidón junto a las maletas de marcos de la socialdemocracia alemana y el visto bueno de la CIA, en el de los segundos, amén del reparto de los calendarios, o similares, mentados, se dedicaban a celebrar el Aberri Eguna, en secreto, luciendo la entonces prohibida ikurriña en las mesas repletas de cordero y otros manjares, además de usar el kaiku como arma de verdadera y eficaz resistencia (Beatriz Artolazabal dixit, la misma que afirmó que con 600 euros se puede vivir dignamente... ¡pobre!)... y no sigo. Cierto es que ambos partidos se convirtieron en oficinas de colocación para miembros de otros partidos cuyos miembros si habían combatido al franquismo: ETA en sus diferentes variantes, el PCE y otras organizaciones más a la izquierda, cuyos militantes sí que eran detenidos y encarcelados... no hace falta más que nombrar a los Mikel Azurmedi, Jon Juaristi (ambos apoyando o militando, no lo sé, en el PP, y premiados con altos cargos institucionales), o a Mario Onaindía, Uriarte, el Cabra, u otros ex-miembros de la organización armada, en especial de la rama de los poli-milis... ¡y no sigo!. Vistas así las cosas, el panorama podría dividirse entre quienes lucharon contra el franquismo y los que las vieron venir, y luego, sin comerlo ni beberlo, llevaron el gato al agua... También es verdad que algunos que lucharon, siguieron haciéndolo con el fin de que se diese una verdadera ruptura con el régimen del generalísimo, en cumplimiento de aquel programa que exigía, entre otras, la autodeterminación de las nacionalidades oprimidas, la disolución de los cuerpos represivos o elegir entre monarquía y república(nada de aquello se cumplió y de aquellas lluvias estos barros: una monarquía corrupta, unos cuerpos armados como nicho de los partidos de derecha extrema, y Catalunya... pues eso), aunque, no se puede negar que si se da por buena la afirmación camusiana (de Albert Camus), de los medios son el fin, en consecuencia, ciertos medios pueden hacer que el fin prometido o perseguido quede ya enturbiado en el camino. No es el momento...

El presente    

Ahora en los mítines, y más tras la bulla montada por COVITE, sobre las listas electorales de EHBildu que incluye a condenados por delito de terrorismo, campaña continuada, de uno u otro modo por el PP, por la Brunete mediática, de la que es difícil excluir a algún medio tal y como están las cosas, y aprovechada por el PNV/EAJ, cuyos militantes locales no habían visto anormalidad alguna en las listas de sus pueblos respectivos, en que todos se conocen, se ha pringándose hasta las cachas, atacando a EHBildu por la inclusión de condenados en sus listas... están en su derecho, pero no hay derecho que dice el sutil Iñigo, y siguiéndole algunos jelkides con tonos más bravos en insultantes, encabezados por la mente despejada, que encabeza la peña, presidiendo el partido fundado por Sabino Arana, con el significativo lema de Jaungoikoa eta Lege zaharrak (Dios y Leyes Viejas / 24 - Kortatu - Jaungoikoa eta lege zaharra – YouTube ), han reclamado que la izquierda abertzale ha de decir lo que ellos quieren que digan y se lo dictan: estuvo mal y nunca debió suceder, se refieren obviamente al uso de la violencia no a la bajada de pantalones ejecutada por ellos, una y otra vez, tanto que no les hace falta ni bajárselos ya que los tienen bajados ante los intereses de la patronal y de los negocios... con reclamar pelas y soltar la cantinela, venga a cuento o no, de la invasión de competencias, para mostrarse como los más abertzales del panorama político, los únicos que se preocupan por la patria (aberria); si Woody Allen decía que al escuchar a Wagner le entraban ganas de invadir Polonia, a más de uno ante la murga, usando como comodín la supuesta y socorrida invasión de competencias, le entrarán ganas de invadir el batzoki más cercano. En fin, tantos años diciendo que sin violencia todo es posible, e invitando, a los de siempre que dicen. a que hagan política dejando la violencia... y cuando lo hacen (¿qué otra cosa es participar en el juego electoral?) en vez de admitirlo y festejarlo, tiran de la cuerda porque quieren más, por la senda marcada por la derecha extrema, por lo más rancio de la rancidez política más rancia.

No me extenderé en el ejemplo de indignidad, mas sí quisiera señalar algunas cuestiones: 1) Empezaré diciendo que en eso de los votos, estoy más cerca, que otyra cosa, de compartir aquello de élections piège à cons (elecciones trampa para chorras) que se proclamaba en mayo del 68, o en palabras del humorista Coluche -y cito de memoria- si las elecciones cambiasen realmente las cosas hace tiempo que estarían prohibidas, aunque tal como están las cosas no poarece que haya otro camino de participación 2) que conste, por si hace falta que conste ante posibles mal pensados, que los hay, que nunca he usado un arma, no hice la mili, ni con unos ni con otros (las dos cabezas de Jano), 3) cuando Bildu ha denunciado que se trate de desvirtuar la campaña electoral centrando el foco en el asunto mentado, la respuesta por parte de los jeltzales ha sido que los de Bildu se presentan como víctimas, etc. ya que ellos no ven barro alguno en centrar las cosas en la sempiterna cuestión de ETA, si ello les acarrea votos; sin jugar a freudiano sí diré que ellos están tan acostumbrados al marrón de la mierda, unida por el padre del psicoanálisis con el dinero que ya ni la huelen; y 4) si detenidos por supuesta pertenencia a ETA, algunos en aplicación del todo es ETA, han cumplido la pena pasan ipso facto a tener todos los derechos propios de cualquier ciudadano (muchos medios de in-comunicación siguen hablando de «terroristas», «asesinos», «condenados» como si no hubiesen sido juzgados, condenados, y cumplido la condena impuesta..ante lo que las preguntas surgen de inmediato: ¿un delincuente sigue siendo delincuente de por vida? ¿No hay reinserción posible?, responder que sí a ambas preguntas, que es de hecho lo que se hace, no es más que un palmario ejemplo de mala fe). Ante la renuncia de los siete, de los cuarenta y cuatro, a los que se les endosaron delitos de sangre, siguen, me refiero a los del batzoki, echando balones fuera, repitiendo el mantra de que la cuestión sigue pendiente: deben decir que estuvo mal y que nunca debió suceder, amén de que los condenados no deberían haber sido incluidos en las listas por ética y dignidad; no es desde luego la postura del constitucionalista Javier Pérez-Royo que afirma que la renuncia es una barbaridad, ya que la presencia en las listas de personas que han cumplido su condena es absolutamente pertinente y legal, al no suponer más que el cumplimiento del mandato de la Constitución. Ellos, otros más templados, sí que han visto pasos adelante y han juzgado como positiva la decisión de los renunciantes, no es el caso del PNV/EAJ, reitero, que ante el temor de perder cotas de poder, y las consiguientes pelas, cargos y la capacidad de conceder favores y chanchullos, siguen con la matraca, para tratar de hacer leña del árbol que quieren que caiga... para poder mangonear sin pepitosgrillos que les incordien; de la decadencia de Osakidetza, del tema de la vivienda, del caso de Miguel eta lagunak, mejor callar y resistirse a mentar esas cuestiones esenciales y problemáticas, que les dejan en no demasiado buen lugar, debido a lo cual se resisten como gatos panza arriba... miauuuu.


N.B.: No frecuento este tipo de charcos, por recomendación de mi veterinario de confianza, además de, haciendo caso a Gilles Deleuze huyo de sentarme en la misma mesa que los caníbales, mas en ocasiones como ésta no me puedo resistir, y me veo empujado a intervenir ya que si no lo hago, reviento y no es cosa de pringar la alfombra persa, con lo que me evito gastos de tintorería y también de visitas al psicoanalista.

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