Mari Carmen Basterretxea

Rito de nacimiento vasco: «atsolorra»

Antes de comenzar a explicar qué es el atsolorra, hay que decir que nuestros antepasados organizaron un modo de vida donde se garantizaban las necesidades vitales del ser humano en condiciones óptimas y para ello estructuraron los ritos de paso. También hay que decir que los rituales tienen diferentes funciones, y en los ritos de paso la función del ritual es ordenar la aceptación social de cada etapa de vida y, a su vez, garantizar las necesidades psicológicas y biológicas del ser humano.

En el ritual se sincroniza el ego individual con el ego de la comunidad, logrando así la cohesión social y otorgar existencia a los diferentes trayectos de vida como es el nacimiento, niñez, adolescencia, juventud, madurez, vejez y el último adiós. Si en una sociedad el ámbito personal se disocia del ámbito de la comunidad o viceversa, se instaura el desasosiego emocional que se traduce en sentimientos de gran vacío y de soledad a lo largo de la vida. Por ello, nuestros antepasados con gran sabiduría construyeron los ritos de paso para garantizar la cohesión social y el cuidado en las diferentes etapas de vida.

Así, el primer rito de paso es el atsolorra, rito de nacimiento vasco; atsolorra es un nombre compuesto por atso, mujer sabia, y lorra, que tiene varios significados: lograr, llevar algo, traer algo y también el significado de compromiso. Las atsoak eran mujeres sabias que cuidaban a la mujer en la gestación, en el parto y después del parto, solucionando las posibles dificultades que se presentasen, por lo que las atsoak eran una institución en la comunidad.

Los hombres, por otro lado, ayudaban en la casa de la mujer gestante cuando era necesario, dispuestos a atender cualquier situación que pudiera surgir. La palabra lorra, por su significado de compromiso, y ante el resultado del análisis comparativo realizado con los ritos de nacimiento en diferentes continentes, se verifica que cuando la madre y la criatura se encuentran con buena salud, y la cuarentena ha terminado, es la comunidad la que organiza la celebración de bienvenida a la criatura y presenta su compromiso cuyo significado es cuidar a la criatura hasta su adolescencia.

Este acto de bienvenida ha quedado desdibujado en la transmisión cultural debido a la represión que sufrió el modo de vida matrilineal ante el proceso de colonización organizado por el Vaticano en la Edad Moderna, quien ordenó a Fernando el Católico y este al Duque de Alba la conquista de Navarra para imponer el modo de vida patriarcal mediante la inquisición con las acusaciones de brujería en la legislación. A causa del proceso de colonización, los ritos de paso originarios fueron acusados de brujería y el significado de atsolorra quedó sesgado por la represión ejercida; así, el rito de nacimiento se redujo a una tarde festiva donde la madre invita a las mujeres de la comunidad para celebrar el nacimiento de la criatura.

Es importante destacar que el rito vasco de nacimiento, en su origen, garantiza la salud física y psicológica de la criatura en la gestación, parto y en el posparto con el cuidado de las atsoak, y después la comunidad con su compromiso garantiza el cuidado físico y psicológico de la criatura en el ámbito social hasta su adolescencia. Las atsoak también cuidan y ayudan a la madre con el amamantamiento, aparte de ser el alimento fundamental para el desarrollo físico, también es un alimento emocional donde la criatura recibe cariño, calor humano, piel con piel, y con ello la criatura se siente tranquila y sosegada. Este sosiego se debe a la interacción de madre-criatura en la que se activa la hormona de la oxitocina. La oxitocina proporciona vínculos seguros, apego, empatía, tranquilidad y sosiego. Si la madre no pudiese amamantar a su criatura, habrá otra madre que la amamante y con ello se mantiene la oxitocina activa.

Dependiendo de su edad, la criatura recibirá los alimentos, higiene, adecuados y con ello el afecto y el cariño del cuidado. Con el cuidado de la comunidad, la criatura también conocerá lo que es la empatía social y el proceso de socialización en la ayuda mutua. Esta interacción con la comunidad pone en activo las neuronas espejo que también estimulan los lazos de afecto, apego y de vínculo seguro en la infancia. Con este cuidado biológico y psicológico de atender sus necesidades, la criatura conocerá qué es el cariño y obtendrá la empatía para su vida, que significa ser una persona con equilibrio emocional.

Cuando en la gestación, parto, posparto y en la infancia no se garantizan las necesidades biológicas y psicológicas surge la carencia del calor humano y la ausencia de la oxitocina, del apego seguro, y con la carencia del cuidado de la comunidad surge la ausencia de la empatía social y la no activación de las neuronas espejo. Estas carencias producen malestar, rabia en la criatura y una actitud egoísta e individualista, por lo que la criatura no sabe qué es la tranquilidad, el sosiego, la empatía y, a su vez, reprochará a sus mayores el no haberle dado el debido cuidado.

El rito de nacimiento es una estructura fundamental para que los bebés, niños y niñas en su infancia tengan sus necesidades biológicas y psicológicas atendidas. En la sociedad actual, la colonización neoliberal no respeta las necesidades biológicas y psicológicas de la gestación, parto, posparto e infancia. Recuperar el rito de nacimiento, atsolorra, es esencial para que nuestros hijos e hijas tengan cubiertas las necesidades físicas y psicológicas en su infancia, y sean personas con equilibrio emocional, sosiego, seguridad, y afecto.

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