Hace aproximadamente 150 años, se «creaba» la Organización Meteorológica Mundial, sucesora de un organismo anterior. A lo largo de su historia y desde aquellos, me imagino, rudimentarios medios, técnicos y humanos, de sus inicios, hasta nuestra actual época, con toda la tecnología y ciencia de la que afortunadamente disponen, pueden pronosticar y proporcionar los datos meteorológicos climáticos e hidrográficos, y, a su vez, prestar los servicios relacionados con el tiempo casi con total fiabilidad (héroes aquellos pioneros que les precedieron y heroínas, que también las hubo) La meteorología, es una ciencia que, creo, ya sabemos, es una «rama» de la física, que nos lleva alertando, desde hace ya mucho tiempo, sobre el impacto del cambio climático y sobre las consecuencias que conllevan sobre la «salud» de nuestro planeta. Vemos y oímos estos días la terrible tragedia y consecuencias de la DANA en el País Valencià y otras comunidades adyacentes, no hay palabras para describirlo, quizás desolación con un punto de esperanza. Huracanes u otro tipo de fenómenos cada vez más recurrentes y violentos, en otros lugares del planeta y así sucesivamente. Parece que lo seguimos ignorando desgraciadamente y no acabamos de concienciarnos. Quizás estemos ante un punto de inflexión y de no retorno, y este planeta nuestro esté diciendo basta. Sobran algunas teorías que circulan por ahí, teorizando toda clase de conspiraciones. Que niegan en su mayoría el cambio climático. Les diría, en mi modesta y humilde opinión, que ya desde el siglo pasado, científicos y científicas, repito que las hubo, nos alertaban sobre el calentamiento global, emisiones CO₂ y un largo etc. Mientras recordemos y no olvidemos, a las víctimas de esa DANA.