Pruden Jaso Arana

De Bingen a Rosa Zarra

Acabo de ver en un video publicitario de una red social orientada al mundo empresarial que entre uno mismo y un semidiós tipo Musk, Jobs, etc., hay un salto de media docena de contactos. Es decir, que utilizando dicha red, tenemos el mundo a tiro de piedra, según ellos.

Soy de la opinión de que el mundo no es tan pequeño como nos quieren hacer creer esas redes sociales, pero con la edad, me he dado cuenta de que Euskal Herria sí lo es, y más aún el mundo euskaldun.

La familia de Rosa Zarra lleva 29 años reclamando lo que es un secreto a voces: que las instituciones reconozcan que murió a causa de un pelotazo de la Ertzaintza. Existe suficiente respaldo médico-forense para avalarlo.

No conozco personalmente a Bingen Zupiria, pero le tengo estima. Creo que es una persona de partido, de esas que se ponen donde les indican cuando las cosas se ponen feas y asumen puestos de responsabilidad cuando podrían estar, seguramente, en lugares más cómodos e igual o mejor pagados. Le deseo lo mejor al frente de la Ertzaintza; pienso que no le han dado una tarea fácil, todo lo contrario.

No hay tres pasos entre Bingen Zupiria y la familia de Rosa Zarra. Sería un estupendo paso hacia la normalización política de Euskal Herria y nos permitiría afrontar la enorme ola que nos viene encima con algo más de cohesión interna, agradecidos de que haya gente en todos los frentes que apueste por hacer país, por la gente de a pie.

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