Manu Ballesteros Rodríguez

Dictacracia

Debido a la en ocasiones simplista polaridad, de dictadura y democracia, dictacracia se tendría que utilizar cuando nos refiriéramos a esos regímenes en apariencia democráticos, pero en el que las mentiras, los bulos, las patrañas y los engaños están totalmente normalizados sin castigo alguno, y si lo hay, es totalmente y colosalmente desproporcionado y a destiempo en su desmentido (cientos de horas en las difamaciones, segundos para el desmentido) de esas falsedades que tanto efecto hacen en la ciudadanía de menos raciocinio, más débiles..., y qué son como las armas virtuales en un golpe a una democracia indefensa.

A eso no se le puede llamar democracia, es una muy elaborada estafa «democrática», a la cual se legitima con total descaro y cinismo.

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