ETA o el placer de matar
Con motivo del décimo aniversario del fin de la lucha armada de ETA, hemos asistido a una bombardeo desinformativo en los media estatales y vascongados, jaleados por Vox, PP, Ciudadanos y el PNV. Todos ellos, sin excepción, se dedicaron a machacarnos con la idea de que ETA mataba por matar; mataba por el mero placer de asesinar.
Ninguno de ellos ha mencionado los motivos que ETA señalaba como razón de su actividad armada. Podemos entender que esos media estuviesen y estén en contra de la lucha armada de ETA, pero lo que no es de recibo, informativamente hablando, es que no se mencionen, aunque sea para deslegitimarlos, los motivos por los que ETA justificaba su actuación.
Como siempre, la España inquisitorial, y especialmente el PNV, que debe las prebendas que hoy disfruta a la lucha del MLNV y no a sus dotes negociadoras, nos han presentado a una ETA totalmente desvinculada de las aspiraciones nacionales de Euskal Herria. ¿Por qué el PNV actúa así? El que traiciona (rendición del PNV en Santoña a los fascistas italianos) sigue haciéndolo cada vez que la ocasión se presenta. Y en los momentos en los que la verdad se hace, quien ha traicionado no soporta al que es consecuente.
Sin embargo, ese Estado profundo, del que participa ya el PNV, no se han dado cuenta de que, con ese discurso excluyente e inquisitorial, estaban provocando el efecto contrario al que pretendían en una parte importante del pueblo vasco.
Es muy clarificador constatar que Zapatero parece conocer mejor Euskal Herria que el PNV y sus medios de propaganda (EITB). Estas fueron sus palabras: «ETA muy debilitada?... Bueno… cometieron 3.000 atentados y tenían 150-200.000 votos».
En fin, las felicitaciones a Urkullu por parte de PP y Vox en el Parlamento de Gasteiz y las críticas al PSOE corroboran lo dicho anteriormente.