David García-Abad Otero

Huelga de autobuses y personas migrantes

La última huelga convocada por los trabajadores de Avanza Gipuzkoa deja en evidencia las carencias del transporte público en la provincia y también a quiénes afecta de manera desproporcionada: las personas migrantes y de escasos recursos. Mientras que muchos guipuzcoanos podemos permitirnos recurrir al coche en días concretos, a personas que tienen que ir a trabajar diariamente y no disponen de otro medio de transporte les toca padecer horarios infames, retrasos, averías, vehículos a rebosar y, en suma, un servicio francamente deficiente.

La bajada de precio es una medida acertada y un paso en la dirección correcta, pero de poco sirve si no se corrigen aspectos como la puntualidad, el mantenimiento de los autobuses, y la formación y condiciones laborales de los conductores. En el caso de las líneas gestionadas por Avanza Gipuzkoa, considero urgente llevar a cabo medidas como la revisión de la frecuencia de los autobuses, la transparencia en el mantenimiento de la flota, informando sobre la frecuencia con que se revisan los autobuses, o el cambio de máquinas canceladoras, que son una fuente de fallos frecuente y están muy anticuadas. Por ejemplo, las de muchos autobuses no pueden leer el código QR del billete que se compra online, algo que retrasa la salida, ya que los conductores han de comprobarlos manualmente uno a uno. Esto último, por cierto, también redunda en el estrés y cansancio de los conductores.

Es solo una pequeña muestra de las medidas que el Departamento de Diputación dirigido por Azahara Domínguez podría adoptar.

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