Iulen Lizaso Aldalur

«Sin más...»

A tenor de la información que recibimos por los medios sobre Venezuela, cuesta discernir, no sobre el relato, sino sobre los ejecutores de los hechos violentos y motivaciones reales de los actores.

De las motivaciones que llevan a ejercer la violencia a las partes, según unas fuentes, el Gobierno trata de perpetuarse en el poder a costa de lo que fuere y para ello no duda en emplear todos los medios policiales, judiciales... para contrarrestar a quienes desde la oposición tratan de destituir a los gobernantes actuales... sin más. Según otras, el Gobierno se defiende de quienes de manera ilegítima tratan de destituirle empleando el boicot, desabastecimiento de bienes de primera necesidad, la insurrección social y sabotajes... sin más. 

Me trae a la memoria los prolegómenos intelectuales y mediáticos de la deposición de Saddam Hussein en Irak en el presente siglo, y en la década de los 70, la toma del Palacio de la Moneda como acto final de la deposición de Salvador Allende en Chile... sin más.

«Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece». ¿Cómo discernir sobre las razones de causa-efecto y motivaciones reales de las partes hoy y siempre en su raíz con la amenaza histórica hacia este paradisíaco país?

«A veces el silencio es la peor mentira» dijo Unamuno, por lo que pienso que los medios deben abrirse a otras fuentes, si no de opinión, como mínimo de relato histórico. Quince buques a vapor alemanes e ingleses invadieron aguas venezolanas el 9 de diciembre de 1902 apresando a seis barcos de ese país. En 1911 el mandatario político y primer lord del almirantazgo británico Winston Churchill, ordenó que en todos los buques de la Armada Imperial se sustituyeran los motores de vapor, por motor de explosión diesel; es decir, sustituir el carbón por el gasóleo derivado del petróleo como combustible.

El Gobierno de Venezuela se avino a esa «revolución» tecnológico-energética, ya que las compañías extractoras tenían sus sedes en el viejo reino anglosajón y el naciente imperio estadounidense.

Cuando en 1960 se funda la OPEP, Venezuela producía más que todos los demás miembros juntos y el doble que Arabia Saudita, siendo que desde 1925 hasta 1962, la mayor cantidad de petróleo consumido en el mundo se exportaba de Venezuela; no el país, sino esas compañías eran las mayores exportadoras de petróleo del mundo. Desde comienzo de este siglo, el petróleo venezolano y su economía está nacionalizada… sin más.

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