La sanidad preocupa y la gente quiere soluciones

Los datos de la V edición de Naziometroa, la encuesta sobre cuestiones relacionadas con la soberanía vasca, se ha centrado esta vez en la opinión sobre la sanidad pública durante los últimos cinco años. Y los datos recopilados resultan elocuentes. Aproximadamente siete de cada diez personas consideran que la sanidad pública ha empeorado, una impresión mucho más acusada en la CAV (71%) que en Nafarroa (66,4%) o en Ipar Euskal Herria (59,4%). Además, son la atención primaria y las consultas especializadas –las demandas más habituales– donde se percibe el mayor deterioro, con la CAV nuevamente liderando los peores resultados. Destaca esa conciencia general de desgaste de la sanidad pública que resulta especialmente notable en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, donde los problemas crecen y las quejas se multiplican, tal y como señalaba hace poco el informe del Ararteko.

En cuanto a las causas de esta situación, ocho de cada diez encuestados señalan la escasez de recursos como la principal razón de este deterioro. La percepción ciudadana apunta que, a pesar de que los presupuestos públicos han crecido en este periodo, no han sido suficientes o no se han destinado a aquellas áreas de la sanidad pública que la gente considera prioritarias. El declive percibido no ha sido óbice para que la inmensa mayoría de encuestados siga apostando por un sistema sanitario público. La opinión de que el sistema privado debería tener más fuerza continúa siendo marginal, con apenas un 5% de aceptación. En este contexto, el 50% de los encuestados apoyaría una mayor integración entre los diferentes sistemas sanitarios, siendo los habitantes de la CAV los más favorables; tal vez vean en esa integración un camino para revertir el deterioro del sistema sanitario que soportan.

En ese sentido, resulta significativo que la opción independentista varíe de manera sustancial si se pregunta la opinión (22,5%) o si se plantea como un referéndum acordado entre la mayoría de las fuerzas políticas, y con los Estados (35,1%). Una distancia que muestra que la ciudadanía vasca reclama certezas que sirvan para resolver los problemas que le preocupan, los mismo sean respecto a la sanidad o al estatus político.

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