Osakidetza sigue igual y crece la presión social
El Departamento de Salud del Gobierno de Lakua publicó ayer los datos sobre el número de turnos que han estado sin cubrir en los Puntos de Atención Continuada de Osakidetza durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre. La comunicación respondía a una petición de información impulsada por EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz. Las cifras muestran que este verano el 10% de los turnos no se han cubierto. Conviene subrayar que las lagunas en la cobertura no se han repartido de manera homogénea. Destacan, por ejemplo, algunos centros de Donostia, donde no ha habido médico casi en ningún turno estival.
Una situación que se mantiene desde hace varios años y que ha llevado a un grupo de vecinos de Aiaraldea a impulsar una recogida de firmas para exigir que se garantice en su eskualde un sistema de salud público digno. En poco más de un mes, ya ha logrado que 5.646 personas firmen la demanda, lo que significa que algo más del 13% de la población de la comarca la apoya. Una cantidad significativa que demuestra que la petición cuenta con un importante respaldo. Un apoyo que, posiblemente, sea extrapolable a otras muchas localidades y comarcas, dado el crecimiento exponencial de las quejas registrado estos últimos años. El deficiente funcionamiento del sistema público de salud es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía y es algo que deberían tener muy presente las fuerzas que participan en la reunión de hoy de la Mesa del Pacto por la Salud. Una vez que a finales de octubre la Mesa cerró la fase del diagnóstico, ha llegado el momento de acordar propuestas concretas y de ponerlas en práctica a la mayor brevedad posible.
En principio, los responsables políticos prevén que el pacto pueda estar operativo para primavera del próximo año. Sean rápidos o no los acuerdos, la crisis de Osakidetza es estructural y las decisiones que se tomen, aun en el caso de que sean acertadas y ambiciosas, tendrán un efecto limitado a corto plazo. Revertir el estancamiento del sistema público de salud llevará tiempo y en ese intervalo será importante mantener la presión social para que no se desvirtúe el objetivo.