Un servicio a la sociedad abundante y de calidad
Un país geográficamente casi inapreciable pero tres de cuyos territorios aportan el 0,2% de la publicación científica en un mundo de más de 8.000 millones de habitantes tiene motivos para sentirse orgulloso. Cierto es que las excesivas muestras de orgullo pueden llegar a ser sinónimo de soberbia, pero no está de más el enorgullecimiento por los méritos de quienes dedican su tiempo y su buen hacer a un trabajo fundamental para el progreso y el bientestar de la sociedad, un enorgullecimiento que a la vez es reconocimiento hacia ellos y ellas. El informe sobre Ciencia presentado ayer por Ikerbasque y el Gobierno de Lakua da cuenta de de 22.800 investigadores e investigadoras y más 8.000 publicaciones científicas, una cantidad que no es óbice para que la calidad de esos trabajos sea cada vez mayor, puesto que ese 0,2% de publicaciones asciende al 0,35% en las mejores revistas científicas del mundo. También son muestra de esa calidad la cada vez mayor percepción de ayudas europeas ERC, indicadoras de excelencia.
Es sin duda plausible la apuesta de Lakua por la investigación, y merecedora de apoyo, pero también de apremio en lo referente a ciertas lagunas que contrastan con los brillantes resultados. Una de esas lagunas, la grieta de género, es recurrente y no se circunscribe solamente a ese campo, lo cual no debe servir para diluir la urgencia de tomar las medidas necesarias para su desaparición. El 54% de las tesis doctorales defendidas este año en la CAV han sido elaboradas por mujeres, una contribución que no ven correspondida posteriormente, a la hora de desarrollar su carrera. Otra carencia importante es la precariedad en la que se desenvuelven muchos de esos investigadores e investigadoras. Más de la mitad de las publicaciones registradas han sido elaboradas en la UPV, donde ha habido quienes han abandonado ese trabajo a su pesar, por razones de pura subsistencia.
Por lo demás, no cabe sino felicitarse por los datos del informe y desear que, lejos del relajo, sirva de estímulo para seguir en línea ascendente, teniendo siempre presente que la inversión en investigación es un servicio a la sociedad.