Voluntad de cooperación en los presupuestos

El debate de los presupuestos sirve para determinar las prioridades políticas de cualquier Gobierno, de ahí que sea una de las principales deliberaciones anuales en todos los parlamentos. Esta es la teoría, porque en la práctica el debate este año vuelve a estar topado por las normas de estabilidad presupuestaria que impone Bruselas, después de que en los últimos años estuvieran suspendidas por el covid y la inflación. El efecto es evidente en el anteproyecto de presupuesto de Nafarroa presentado ayer. Recoge un crecimiento del gasto de apenas el 2,6%, un incremento similar a la inflación, lo que hace que en términos reales las cuentas para el año que viene queden prácticamente congeladas.

Pese a todo, en los estrechos límites que permite Bruselas siempre queda margen para avanzar hacia unos presupuestos más redistributivos que pongan a las personas en el centro de sus prioridades. Una forma de ampliar esos límites es incidir en los ingresos, aprovechando las competencias que ofrecen el Concierto y el Convenio. A juzgar por lo expresado por Ignacio Zubiri el lunes en GARA, existe un amplio margen para ampliar los recursos públicos, especialmente en la imposición a las rentas de capital. En cuanto al resto de objetivos, el líder de EH Bildu, Pello Otxandiano, hizo ayer una propuesta para acordar esas prioridades en las tres diputaciones y en el Gobierno de Lakua. Una oferta valiente que surge de la constatación de que existen elementos comunes que pueden llevar a hacer un análisis compartido de las prioridades del país. Una dinámica que, por otro lado, se desarrolla con normalidad en Nafarroa desde hace años. El lehendakari, Imanol Pradales, no cerró la puerta, no sin antes achacar desconocimiento de la estructura institucional del país. Un argumento que sonó a excusa, especialmente cuando PNV y PSE sí han hecho una «imposición vertical» de su pacto de Gobierno.

Una vez expresada la voluntad de hablar y acordar, ha llegado el momento de entrar a discutir los contenidos presupuestarios que permitan mejorar las condiciones de vida de la gente y avanzar en la redistribución de la riqueza y en la transición ecosocial de todo el país.

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