Camp de Gurs.
Estelas en homenaje a los combatientes republicanos y a los de las Brigadas Internacionales fallecidos en el campo.
Vías de tren que evocan la deportación de miles de judíos después de que Gurs fuera convertido en campo de concentración.
Soportes de los tanques de agua que abastecían el campo.
Detalle del campo de Gurs a día de hoy.
Reconstrucción de uno de los 428 barracones que originalmente existieron.
Detalle del campo.
Cementerio del Campo de Gurs.
Huellas de manos en los muros del edificio delmemorial, construido en 2007.
<a href="http://www.naiz.info/eu/actualidad/noticia/20131030/umeok-sukaldetik-ahal-genuena-lapurtzen-genuen-arbiak-batez-ere" target="blank">Petra Sastre</a>, donostiarra de nacimiento, en la entrada de Gurs junto a su hijo e hija. (Ainara Lertxundi)
Gurs: El campo que sobrevivió al olvido
Tras haber luchado en la Guerra del 36, los combatientes vascos que cruzaron la frontera al Estado francés tuvieron que vivir en campos de refugiados. Uno de ellos era Gurs, un centro situado en el departamento de los Pirineos Atlánticos, por el que pasaron 6.500 combatientes vascos desde mediados de 1939 hasta mediados de 1940. Los que allí permanecieron tuvieron que sufrir el día a día de un campo que se asemejaba a un centro de internamiento y que carecía de las condiciones sanitarias para la subsistencia. Texto de Harri Fernandez Iturralde y fotografías de Íñigo López de Audicana.
2013 URR. 30
