Esta sanción, la tercera y menos cuantiosa que inflige Bruselas al gigante tecnológico en menos de dos años por incumplir normas comunitarias antimonopolio, se debe a que impuso «cláusulas restrictivas» en contratos con páginas web de terceros que impidieron a sus rivales emplazar en ellas sus propios anuncios relacionados con búsquedas.
«Hoy, la Comisión ha multado a Google con 1.490 millones de euros por el uso indebido ilegal de su posición dominante en el mercado de la intermediación de anuncios de búsqueda en línea», ha informado la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.
Según ha explicado, Google ha consolidado su dominio en los anuncios de búsqueda en línea y «se ha protegido de la presión de sus rivales al imponer restricciones contractuales anticompetitivas en páginas web de terceros. Esto es ilegal bajo las normas antimonopolio de la UE».
La investigación de la CE muestra que, desde 2006, Google incluyó cláusulas de exclusividad en sus contratos, de manera que se prohibía a las webs situar ningún anuncio de búsqueda de competidores en sus páginas de resultados de búsquedas.
También que, desde marzo de 2009, Google empezó gradualmente a reemplazar esas cláusulas de exclusividad con otras llamadas de emplazamiento «premium», que requerían a las páginas web reservar los espacios más rentables en sus resultados de búsquedas para los anuncios de Google y exigían un mínimo de estos. Como resultado, los competidores no podían acceder a esos puestos preferentes para situar sus propios anuncios.
Desde marzo de 2009 también se incluían cláusulas que pedían a las páginas web una aprobación por escrito de Google antes de hacer ningún cambio en la manera en que se mostraba cualquier anuncio de un rival, lo que implicaba que pudiera «controlar cuán atractivos» eran los anuncios de la competencia para clicar en ellos.
Bruselas ha fijado la multa en el 1,29% de la facturación de Google en 2018, teniendo en cuenta «la duración y gravedad de la infracción».