Atarrabia acogerá el próximo 18 de diciembre una nueva edición de Hatortxu Rock. Después de organizar el año pasado, debido a la pandemia, una edición especial que se pudo seguir a través de Internet, el festival solidario con los presos políticos vascos y sus familiares regresa a su formato habitual. Los grupos se anunciarán en las próximas semanas.

«A día de hoy, estamos en disposición de decir que podemos organizar un Hatortxu Rock como los que conocemos. O, al menos, que se acercará lo máximo a aquello. Tras el parón del año pasado, el 18 de diciembre volveremos a la carpa de Atarrabia. Después de que el Gobierno navarro haya retirado todas las restricciones provocadas por el covid-19, podemos organizar y disfrutar, de nuevo, Hatortxu Rock», señalan a través de una nota.

La organización del festival subraya que durante este tiempo «la incertidumbre ha sido una constante», pero que ha tenido claro que «había que seguir trabajando». «La pandemia ha provocado la suspensión o desaparición de la mayoría de actividades solidarias. En nuestro caso, trabajamos en la medida en que pudimos para denunciar la política de dispersión y el enorme gasto económico que ello supone para las familias de los presos y presas vascas. Las iniciativas paradas mientras los gastos se mantienen. La ecuación no ha podido ser más negativa», apuntan.

Sin embargo, remarcan que «no todo han sido malas noticias», haciendo alusión a los pasos dados para terminar con el alejamiento de los presos vascos. «Esa larga lista de prisiones que durante décadas hemos memorizado se ha visto ampliamente reducida y el mapa de la dispersión, pese a no ser todavía una imagen del pasado, ha disminuido de forma notoria». A pesar de ello, destacan que «todavía son casi 200 las presas políticas vascas que siguen en prisión y muchas de ellas a cientos de kilómetros de sus hogares» y que hasta que el último no cruce la puerta de casa «no faltará trabajo». En ese sentido, el lema escogido para esta edición es ‘Kilometroak metro’.

Conscientes de que la situación sanitaria podría volver a cambiar, aseguran que deben estar «preparados» para ello. «Pondremos todo nuestro esfuerzo para poder disfrutar de un día de fiesta y reivindicación y, al mismo tiempo, ser responsables con la crisis sanitaria que nos ha tocado vivir. También en eso tendremos que multiplicar nuestras fuerzas este año. Cada año remarcamos que este festival lo hacemos entre todas y entre todas deberemos conseguir que este festival se desarrolle de la mejor forma posible». 

Auzolan

Desde la organización han hecho un llamamiento a los voluntarios, «la fuerza de Hatortxu Rock», a hacer posible este festival, que suele contar con cientos de personas trabajando de forma desinteresada. «Necesitaremos de un especial esfuerzo de todas para organizar este festival solidario en un tiempo récord. Una vez más, miles de voces se unirán para llegar hasta la última oscura celda».  

Las entradas se pondrán a la venta a partir de este domingo, a las 20.00, a través de la página web del festival. Sin embargo, quienes adquirieron su entrada para la edición especial del año pasado también obtuvieron el derecho a participar en la preventa, por lo que se les facilitará horas antes por correo la forma de lograrla. La entrada anticipada tendrá un precio de 20 euros, mientras que en taquilla su valor será de 25 euros. Y, como siempre, los beneficios irán destinados a los gastos derivados de la dispersión.

En verano, cita doble

El festival de diciembre no ha sido el único anuncio que ha realizado Hatortxu Rock en la jornada de hoy. A la cita de este 2021 se le suma una doble convocatoria en 2022 y es que el último fin de semana de julio, 29 y 30, Atarrabia, «siempre y cuando la situación sanitaria lo permita», acogerá una edición especial, con la que intentar paliar todas las iniciativas solidarias que se han quedado en el tintero durante el último año y medio.

«Necesitamos a todo el mundo para completar el fin de una política de dispersión que vemos cada vez más cerca. Pero hasta que el último kilómetro se convierta en metro, hasta que el último viaje en furgoneta se convierta en un abrazo a la entrada de casa, debemos seguir trabajando. Y para ello necesitamos la ayuda de todas vosotras. En auzolan, juntas y con deseo de unir fuerzas acabaremos con este castigo que se ha alargado más de tres décadas», añade la organización.