La Ertzaintza está intentando localizar a una persona «para determinar su posible relación con el incendio» declarado la madrugada de ayer en un pabellón vacío de Andoain. En el mismo falleció un hombre de 54 años y otro de 47 resultó herido de gravedad por quemaduras.

La investigación sobre lo ocurrido continúa abierta y los agentes no han dado ninguna versión oficial detallada, aunque la alcaldesa, Ane Carrere, avanzó que el incendio podría haber sido intencionado.

Se afirma que el fallecido vivía en ese pabellón junto a un grupo de personas, algunas de las cuales estaban incluso empadronadas allí. Al parecer, la víctima mortal era de origen cubano, y había obtenido una vivienda de Alokabide pero se sentía solo y prefería residir en la nave junto a sus compañeros.

Según el concejal Jon Zulueta, se trata de un lugar en el que desde hace más de diez años «va y viene gente». «No se puede decir que sean personas sin hogar, porque esa es su casa», manifestó el edil.

ETB indicó anoche que en el pabellón estarían pernoctando en ese momento un total de once personas, entre las que habría moradores habituales y otras que estaban de paso.

El edificio pertenece actualmente al Banco Sabadell, aunque está en desuso desde hace mucho tiempo. Cuando las personas que viven allí comenzaron a utilizar agua corriente, el Ayuntamiento les hizo ver que debían pagarla y que para eso tenían que estar empadronados.

Dado que el certificado de empadronamiento da acceso también a derechos como las ayudas sociales, el Ayuntamiento no puede negárselo a quien lo solicita, pero eso no significa que la nave tuviera una licencia de habitabilidad, pues son cosas diferentes.

En cualquier caso, era conocido por el Ayuntamiento y por los vecinos que había personas residiendo allí. «Lo tenían preparado a modo de vivienda y llevaban años ahí. No generaban ningún problema», comentó Zulueta.

Cuando se desencadenó el incendio, a las 5.20 de la madrugada, varias personas pasaban la noche en el edificio, las cuales consiguieron salir por su propio pie al notar que había fuego. Una vez fuera fue cuando se dieron cuenta de que faltaba un compañero.

Para cuando llegaron los bomberos ya no pudieron hacer nada. Al apagar las llamas, confirmaron que en el interior se encontraba el fallecido. Según explicó la alcaldesa de Andoain, tomaba diversa medicación y por ese motivo pudo no haberse despertado cuando se originó el incendio.

Además, otro hombre de 47 años fue trasladado a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de Gurutzeta (Barakaldo) con pronostico grave, y otros dos de 40 y 46 años fueron evacuados al Hospital Donostia por inhalación de humos, aunque recibieron el alta a primera hora de la tarde.

Realojadas cinco personas

El Ayuntamiento y la Diputación de Gipuzkoa pusieron en marcha un protocolo que se suele utilizar en este tipo de casos para encontrar vivienda a las personas que se quedan en la calle. Así, a mediodía la Diputación anunció que el Departamento de Políticas Sociales había conseguido realojar a cinco de las personas afectadas. El Consistorio, por su parte, se puso en contacto con Cáritas Gipuzkoa para ver si les podía suministrar ropa ya que «se han quedado con lo puesto».

«Estamos a lo que haga falta y las necesidades que tengan las personas», apuntó el diputado general, Markel Olano, que se desplazó a Andoain para poder ver la magnitud del suceso. Todavía quedan más personas por realojar, entre ellas dos heridas leves. Olano destacó que el «fortísimo incendio» requirió «hasta la participación de cuatro parques del territorio con un cómputo total de 24 bomberos y 15 vehículos», dos de ellos equipados con escaleras, un tercero con un «brazo» articulado, siete camiones cisterna, y cinco automóviles ligeros, lo que «da una idea de la gravedad del incendio», insistió.