El ex primer ministro Silvio Berlusconi, protagonista de los últimos 25 años de la política italiana, ¿da un paso atrás por «responsabilidad» y deja a Forza Italia fuera de los juegos de poder? Tiene que haber gato encerrado, según muchos analistas.

El “Corriere della Sera” aseguraba tras el «paso atrás» de Berlusconi, quien había luchado hasta el final por un Gobierno guiado por la coalición de derechas, que no se trataba de una «rendición sin condiciones».

Berlusconi tiene aún la esperanza en que el Tribunal de Estrasburgo se exprese sobre su inhabilitación por haber sido condenado por fraude fiscal y poder volver a entrar en el Parlamento y, mientras, espera «que el Gobierno grillinoleguista se estrelle en la primera curva», afirmaba el diario milanés.

Además, lo peor es volver a las urnas, ya que los sondeos apuntan que la Lega Nord arrebataría más de cuatro puntos a Forza Italia, que podría quedar por debajo del 10%. Por ello, es mejor esperar y reorganizar el partido para recuperar al electorado perdido, ante la posibilidad de perder su escaño, dicen algunos.

Una de las preguntas más frecuentes al líder del M5S, Luigi Di Maio, es si mantendrá en el programa de Gobierno la anunciada ley sobre el conflicto de intereses que afectaba sobre todo a Berlusconi como propietario de un imperio mediático. Esta podría ser una de las monedas de cambio, junto a la posibilidad de que Forza Italia, con 105 diputados y 61 senadores, se haga con comisiones importantes como la de la televisión pública o la de los Servicios Secretos.

Pero, sobre todo, Salvini sigue necesitando a Berlusconi y a su partido pues gobiernan en coalición en numerosas administraciones regionales y locales.

Para sus correligionarios, Berlusconi se ha comportado con «responsabilidad política», como «un verdadero estadista». Los halcones del partido insisten para que Forza Italia será la verdadera oposición del antipopulismo y del antieuropeísmo.

Otros, como el diario “Il fatto quotidiano”, ha comenzado una campaña para desenmascarar «la ambigüedad» con la que nacerá este Gobierno. Su vicedirector, Marco Travaglio, explicaba: «Salvini pacta con el peor enemigo de Berlusconi, quien dice que se va a la oposición, pero que la coalición de derecha sigue unida. Hay algo que no nos dicen. ¿Tiene solo miedo de las elecciones o se le han dado garantías?». «Berlusconi no se ha ido, está escondido bajo la sudadera de Salvini», subraya.

El M5 pedirá a sus electores que voten a través de Internet el programa que pactaran con la Liga Norte para formar Gobierno, según anunció Davide Casaleggio, hijo del cofundador de esta fuerza política.