Como ya se adelantó a finales de octubre, esta nueva estructura contempla la reducción de las actuales cinco divisiones de la Ertzaintza a dos, la de Seguridad Ciudadana y la de Investigación Criminal. Por tanto, en el nuevo organigrama desaparecen la División Antiterrorista y de Información, la de Tráfico y la de Inspección y Administración.
Además, la Ertzaintza contará en su nueva estructura con una Oficina Central de Inteligencia (OCI) que se encargará de la recogida, tratamiento y análisis sistemático de la información, como observatorio de los riesgos emergentes para la seguridad de los ciudadanos.
La nueva OCI contará con 178 agentes, en su mayoría procedentes de la actual División Antiterrorista y de Información, que desaparece como tal, así como parte de los efectivos de la actual Unidad de Soporte Operativo y Técnico.
Beltrán de Heredia se ha referido a la nueva situación tras el cese de la actividad armada de ETA y ha señalado que las comisarías serán «centro de encuentro entre agentes y ciudadanía».