A las 8.55 de la mañana ha abandnado la prisión de Logroño Arnaldo Otegi, bajo aplausos y gritos de «Euskal presoak etxera» de las alrededor de 300 personas que han acudido a recibirle a las puertas de la cárcel, entre familiares, allegados y representantes políticos, sociales y sindicales tanto de Euskal Herria como de Catalunya y Andalucía.
Tras los primeros abrazos de rigor con su padre, sus hijos y su esposa, entre numerosas muestras de cariño, al son de la alboka y protegido por una especie de «harresia» para evitar el acoso de los medios de comunicación, Otegi ha recorrido un pasillo de ikurriñas, arrano beltzas y banderolas a favor de la repatriación hasta el estrado preparado para que el político abertzale pronunciara sus primeras palabras. «Independentzia» y «jo ta ke irabazi arte» son algunas de las consignas que se han coreado incesantemente.
«Hoy sale un preso político de una cárcel española»
A las 9.15 ha subido Otegi al estrado, donde una dantzari le ha bailado un aurresku de honor, con Unai Romano de txistulari. «Gora Euskal Herria askatuta!» han sido sus primeras palabras. El elgoibartarra, primero en euskara y luego en castellano, ha recordado que, pese a que desde el Estado español se niega la existencia de presos políticos, la masiva afluencia de medios que han acudido a cubrir su salida es una muestra más de la existencia de estos. «Hoy sale, como en otras muchas ocasiones, un preso político de una cárcel española», ha dicho.
«Hay quien dice que no existen presos políticos en el Estado español, algunos con cierta animosidad, pero solo hay que comprobar todas esas cámaras que nos están grabando para saber que efectivamente sí existen presos políticos en el Estado español», ha insistido.
En su discurso, Otegi no ha olvidado a los presos sociales, migrantes y desahuciados.
«El mejor lehendakari, el mejor alcalde, el pueblo»
Asimismo, ha recordado que fueron encarcelados por realizar una apuesta por la paz: «En seis años y medio hemos reforzado nuestra apuesta», ha subrayado. En esa línea, ha felicitado a los asistentes «por haber sostenido esa apuesta por encima de todas las provocaciones» y ha subrayado que «hay que llevar esa apuesta por la paz hasta el final y eso es lo que me propongo hacer con todos vosotros».
Y ha apostillado: «Cuando nos metieron en la cárcel, nos metieron como vascos y como vascos salimos, como independentistas y como independentistas salimos; como socialistas y como socialistas salimos».
En su breve intervención no ha olvidado que todavía son cerca de 400 los presos políticos que siguen encarcelados y ha remarcado la necesidad de «traerlos a todos a casa». Finalmente, ha hecho mención al «morbo» que suscita su posible candidatura a lehendakari, a lo que ha respondido que «el mejor lehendakari, el mejor alcalde, es el pueblo».
Pasadas las 09:30 Otegi ha abandonado las inmediaciones de la prisión de Logroño y ha emprendido el camino de vuelta hacia Elgoibar, adonde ha llegado hacia las 12.30.
Por la tarde se celebrará en Elgoibar un acto de bienvenida a partir de las 18:30, que será retransmitido en directo por NAIZ vía streaming.
Máxima expectación desde el amanecer
Antes de que Otegi saliera libre, la expectación era máxima a las puertas de la cárcel, donde desde mucho antes del amanecer se han congregado decenas de medios de comunicación, familiares, allegados y numerosas personas conocidas, entre ellas sus compañeros de Sortu, parlamentarios de EH Bildu, Miren Zabaleta, Sonia Jacinto y Arkaitz Rodríguez, una amplia representación llegada desde Catalunya, entre los que se encontraban el senador de ERC Santi Vidal, la diputada de la CUP Anna Gabriel, el exdiputado David Fernandez, el abogado August Gil Matamala, el parlamentario de Junts pel Sí y músico Lluís Llach, periodistas como Martin Garitano, el músico Fermin Muguruza, representantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT)... nadie ha querido perderse el recibimiento al líder de la izquierda abertzale.