NAIZ
Barcelona

La fiscal pide dos años de prisión para los Mossos acusados del pelotazo a Esther Quintana

La fiscal ha solicitado dos años de prisión tanto para el agente acusado de disparar la pelota de goma que hirió a Ester Quintana como para el superior que lo ordenó. La acusación particular, por su parte ha solicitado una pena de nueve años al considerar «hechos muy graves» y ha acusado de «corporativismo» a los Mossos d'Esquadra por «entorpecer la investigación».

Ester Quintana, en un fotograma del documental ‘I a tu què et sembla’, que explica su caso.
Ester Quintana, en un fotograma del documental ‘I a tu què et sembla’, que explica su caso.

Hoy se ha celebrado la última sesión del juicio sobre el caso de Ester Quintana, y la fiscal ha concluido que es «una evidencia» que Quintana perdió el ojo durante la huelga general del 14 de noviembre de 2012 en Barcelona por el disparo de una pelota de goma de los Mossos d'Esquadra. Asimismo, sostiene que la lanzó el agente que está acusado, por orden del subinspector que también se sienta en el banquillo.

«¿Cómo es posible que se continúe negando que fue una pelota de goma? ¿Cómo es posible que se diga que se lanzaron únicamente salvas?», se ha preguntado la fiscal Marta Marquina en la lectura de su informe final en la sesión que se ha celebrado en la Audiencia de Barcelona.

La fiscal, que pide dos años de cárcel para ambos mossos por una «imprudencia grave», sostiene que el agente que disparó la pelota de goma efectuó dos disparos por orden del subinspector, «pese a que había una situación de tranquilidad absoluta» en ese lugar y considera que no puede estar en discusión que la actuación policial fue «desproporcionada».

De hehco, ha recordado que hasta siete onformes médicos confirman que las heridas que sufrió Quintana se deben al disparo de una pelota de goma.

La abogada de la acusación, Laia Serra, pide nueve años de prisión para ambos al acusarlos de «hechos muy graves». Ha argumentado que los agentes «conocían el poder lesivo» del arma. que «se saltaron todas las normas de seguridad pese a su experiencia profesional», que lo hicieron «sin que el entonces director de Mossos, Manel Prat, diese la orden», y que además en ese lugar no había disturbios. Del mismo modo, ha criticado el «corporativismo» mostrado por los Mossos para entorpecer la investigación del caso.