El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbo ha acogido este lunes la primera de las seis sesiones programadas para tratar sobre las supuestas irregularidades en la gestión de unos 10 millones de euros de dinero público destinado al proyecto, en las que está prevista la declaración, entre otros, de varios excargos del PNV, entre ellos el propio Ascacibar, así como el excalcalde de Karrantza José Luis Portillo y el exedil José Ignacio Muro.

Tras la vista, la jueza de lo Mercantil Olga Ahedo deberá decidir si atiende la petición del administrador concursal de la sociedad Karrantzako Minda y declara culpable el concurso.

Al igual que el administrador concursal, la Fiscalía, la Abogacía del Estado y la representación del Ayuntamiento de Karrantza consideran que se trata de un concurso culpable.

Karrantzako Minda se constituyó hace una década para poner en marcha la planta de tratamiento de residuos de las explotaciones ganaderas de Karrantza y logró subvenciones de distintas instituciones –Gobierno español, autonómico y Diputación de Bizkaia– por importe de más de 10 millones de euros, pero sólo 750.000 euros han sido recuperados.

Las obras de construcción, encargadas a la empresa Ade Biotec, de la que Ascacibar –exdirector de Innovación del Departamento de Agricultura-–fue consejero, cesaron cuando se había construido solo el 18% de la planta.

El que fuera presidente de Karrantzako Minda ha relatado los «problemas» habidos en el desarrollo del proyecto a partir del cambio de emplazamiento inicial, con los terrenos ya comprados, por informe desfavorable de URA, la Agencia Vasca del Agua.

Ello llevó a la compra de otros terrenos en otra ubicación de Karrantza y el coste del proyecto se fue incrementando hasta superar unos 18 millones de euros. El proyecto inicial lo presupuestó en unos 12 millones.

Ruiz Quintano, también gerente de la cooperativa de ganaderos Guvac, ha contado que tras las elecciones autonómicas de 2009, el nuevo Gobierno de Lakua, dirigido porel PSE, condicionó la continuidad del proyecto a la realización de una auditoría.

Según ha precisado, fue URA la que cuestionó la solución tecnológica por la que finalmente se había optado para solucionar el problema del tratamiento de purines.

Tras insistir en que fue el Gobierno autonómico en su momento el que impulsó el proyecto de la planta, ha señalado que Ascacibar fue la persona que se puso en contacto con él en 2005 para tratar sobre la planta y que en julio de 2010 este fue nombrado consejero de Karrantzako Minda. «Era una persona que conocía el proyecto», ha justificado.

En una declaración en la que en numerosas ocasiones ha contestado con un «no recuerdo» a la petición de detalles formulada por las partes, ha asegurado que la diferencia temporal entre las fechas de realización de determinados gastos y la expedición de la correspondiente factura no fue para justificar las subvenciones públicas recibidas.

Preguntado si el hecho de que uno de los titulares del terreno en el que inicialmente se iba a ubicar la planta era Vicente Albisua, miembro de Karrantzako Minda, condicionó su compra, ha afirmado que fue la «buena situación» de la parcela la que motivó la operación, aunque luego URA considerara que no era idónea para el proyecto.