El Ministerio español de Interior ha informado de la detención, efectuada por la Guardia Civil, de un hombre acusado de realizar «labores de propaganda» del ISIS.
Fuentes de la investigación citadas por Efe han señalado que se trata de Daniel Fernández Aceña, condenado a 29 años de cárcel en 1985, cuando tenía 26 años, por la muerte del trabajador ferroviario Jean-Pierre Leiba en Hendaia, en marzo de 1984. Cumplió 18 años.
La Audiencia Nacional española condenó a este mercenario de los GAL, junto a Mariano Moraleda Muñoz, por «asesinato con premeditación y alevosía, pertenencia a banda armada y tenencia ilícita de armas».
Declaró en el juicio por la muerte de Brouard
Fernández Aceña declaró en 1988 en el sumario por la muerte de Santi Brouard que instruía Baltasar Garzón y años más tarde, en junio de 2003, testificó en el juicio que se celebró en Bilbo, en una declaración llena de contradicciones y errores de bulto. A preguntas del fiscal, el mercenario afirmó que la muerte del dirigente abertzale se planificó en un hotel de Bilbo en una reunión en la que estuvieron Julián Sancristóbal, José Amedo, Rafael Masa, el mercenario Mohamed Talbi y Miguel Planchuelo. Sin embargo, a preguntas de la defensa de Amedo solo mencionó al expolicía, a Sancristóbal y a otra persona fallecida que no estaba implicada en el sumario. La presidenta del tribunal tuvo que recordarle su obligación de «declarar la verdad».
«Autoadocrinamiento»
Tras su arresto, la Policía ha registrado su domicilio en la ciudad de Segovia y otra vivienda en la localidad próxima de La Granja.
Según Interior, Fernández Aceña se había «autoadoctrinado en el extremismo religioso de carácter yihadista, que realizaba labores de difusión de propaganda de DAESH y tenía la determinación de cometer un atentado terrorista». «Había viajado a zonas de conflicto en Afganistán, Siria y Palestina, donde dijo haber estado dispuesto a cometer atentados suicidas si hubiera tenido la ocasión», añade Interior en un comunicado.