En su declaración en el macrojuicio de Gürtel, el extesorero del PP Luis Bárcenas ha indicado que en un momento dado Correa, de quien ha defendido su profesionalidad y ha dicho que «gestionaba muy bien sus empresas», «se le subió a la cabeza lo bien que le iba en su actividad».
Ha explicado que el motivo de que en 2003 el PP dejara de contratarle no es que Rajoy se llevara mal con el número dos de Gürtel y exsecretario del PP gallego, Pablo Crespo, sino que un empresario y su yerno le denunciaron ante Rajoy y el extesorero Álvaro Lapuerta.
Así, en 2003 le cuentan a Rajoy que Correa «se dedicaba a la intermediación usando el nombre el partido» y entonces el presidente del Gobierno convoca una reunión con Ángel Acebes (entonces secretario general del PP) y Lapuerta en la que deciden cortar relaciones con el líder de la Gürtel.
A juicio de Bárcenas, «le hicieron una envolvente al señor Correa para que se prescindiese de sus servicios», ya que los denunciantes entregaron un donativo en efectivo de 60.000 euros el mismo día que reportaron a Rajoy los hechos.
Los denunciantes fueron, ha dicho, un empresario «que tenía muy buena relación con Álvaro Lapuerta» y su yerno, un extenista que conocía a Rajoy personalmente de un club al que iban juntos. A partir de esa reunión, ha dicho Bárcenas, él recibió «la instrucción de que hay que prescindir de los servicios de Correa y Correa no vuelve a entrar en el partido».