Según ha informado este cuerpo policial, este hecho podría suponer varias infracciones a la Ley Foral de 1993, de Protección y Gestión de la Fauna Silvestre y sus Hábitats.
Y añade en un comunicado que menos cuatro participantes en los actos de carnaval «manchaban a los visitantes con sangre y restos de animales silvestres».
Las pesquisas para identificar a los autores continúan, dice la Policía Foral, que añade que pese a ir disfrazados y con las caras cubiertas por caretas y pasamontañas «se ha conseguido reconocer a presuntos participantes en los hechos, alguno de ellos menor de edad, por lo que las actuaciones se han llevado a cabo en presencia de sus responsables legales».
La investigación se inició tras recibir varias imágenes, a través sobre todo de las redes sociales. Una patrulla se entrevistó con la alcaldesa de Ituren, María José Bereau, que «confirmó el traslado al pleno de su preocupación por la repercusión negativa de los hechos, llegando a recibir por ello amenazas e insultos».
La Policía Foral añade en su nota que se informó a Bereau de la prohibición legal de exhibir públicamente cadáveres de animales y «se comprometió a atajar estos comportamientos en próximas ediciones de los carnavales. La implicación del Ayuntamiento es fundamental para acabar con estos comportamientos».
Al respecto recuerda que el artículo 8 de la Ley Foral prohíbe «la posesión, naturalización, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos o de sus restos, incluyendo la importación, exportación, exposición a la venta y exhibición pública».
De hecho, recuerda la Policía Foral, el coto de caza de Elgorriaga, Ituren y Zubieta se encuentra actualmente inhabilitado por el Departamento de Medio Ambiente por la «utilización de cebaderos para jabalíes», por lo que «los cadáveres de las especies de fauna silvestre exhibidas en los carnavales no deberían de haberse cazado en dicho coto».