La Audiencia Nacional ha enviado a prisión a los jóvenes alaveses Aitor Zelaia y Galder Barbado atribuyéndoles la tenencia de sustancias inflamables aparecidas en un bidón en Durana hace unos meses.
Las diligencias y las detenciones corresponden a la Ertzaintza, pero faltaba por saber hasta qué punto llegaba la responsabilidad de este cuerpo en esta actuación a todas luces desproporcionada, y más aún si se compara con el caso del expolicía español libre tras disparar en Amurrio.
En el Pleno del Parlamento, Julen Arzuaga (EH Bildu) ha aportado datos significativos al respecto, reprochando a la consejera que el atestado de la Ertzaintza provoca claramente esos encarcelamientos al ligar el bidón a ETA.
Paradójicamente, la propia Policía autonómica considera que el material es de 2014, cuando la organización ahora disuelta llevaba ya tres años de cese definitivo de su actividad armada.
En el atestado se señala por ejemplo, ha apuntado Arzuaga, que el bidón de plástico hallado en un descampado de Durana «es históricamente usado por los comandos de ETA», vinculación que ha calificado de «barbaridad».
Ligazón con Altsasu
Y también se cita el conocido caso de Altsasu, ligándolo igualmente a ETA: «Pero, ¿usted no sabe que en este mismo parlamento recientemente se ha denunciado esa interpretación de ‘terrorismo’?», le ha espetado a Beltrán de Heredia.
A tenor de ese atestado, Arzuaga ve patente que se ha hecho una «interpretación política» radicalmente diferente a la que ha permitido dejar libre al expolicía de Amurrio, en otra actuación igualmente de la Ertzaintza.
Hay otras diferencias que ya puso de manifiesto GARA este lunes, como la diferente diligencia a la hora de practicar detenciones y registros o la remisión de las diligencias al Juzgado local en un caso y la Audiencia Nacional en otro. Para el parlamentario de EH Bildu, «a un caso muy grave se le da un tratamiento leve y a uno que ha tenido consecuencias leves se le da un tratamiento muy grave». «Esto es caza de brujas, persecución ideológica», ha concluido.
La consejera de Seguridad, por su parte, ha intentado pasar por el tema de puntillas en su primera intervención, escudándose en que «no puedo entrar en esas catalogaciones». Pero en la segunda, al mostrársele directamente el clarificador contenido del atestado, ha tenido que mojarse.
Y lo ha hecho para argumentar que las decisiones de los juzgados de Amurrio y Madrid dan la razón a las tipificaciones dadas por la Ertzaintza a los hechos, cuando Arzuaga le reprochaba justo lo contrario; que ha sido la Policía autonómica quien haya forzado esos desenlaces con su modo de actuar. «Son ustedes los que ha desequilibrado la balanza», ha dicho.