Un interno del centro penitenciario de Zaballa, en Araba, ha dado positivo en Covid-19 tras tener contacto directo con un agente de la Ertzaintza infectado por coronavirus. Es el segundo caso de contagio en una cárcel española tras el positivo de una trabajadora en Aranjuez (Madrid).
El interno en Zaballa tuvo relación con un agente de la Ertzaintza que ha dado positivo por Covid-19 y que estuvo en contacto directo con él durante labores de custodia en el hospital de Txagorritxu de Gasteiz.
Junto a otro preso, fue puesto en aislamiento de manera preventiva en la enfermería de la prisión del centro alavés, dotado con 720 celdas --lo que da capacidad para más de 1.000 reclusos--, han informado a Europa Press fuentes penitenciarias.
Durante este fin de semana comenzó a presentar los primeros síntomas como la fiebre, por lo que inmediatamente fue trasladado al hospital al contar con patologías previas que aconsejaban su ingreso.
En una primera prueba, el interno dio negativo pero en la segunda realizada se ha confirmado el positivo y se encuentra en aislamiento ingresado en un centro hospitalario.
Tras dar positivo en las pruebas el agente de la Policía autonómica encargado de su custodia, las autoridades sanitarias realizaron seguimientos a personas que pudieran haber estado en contacto con él. De este modo, dos reclusos de la prisión de Zaballa han permanecido en observación en la enfermería de la cárcel.
Restricciones a visitas
Desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias se han enviado este martes instrucciones de restricción de accesos a todos los establecimientos penitenciarios de Madrid, Araba y La Rioja como medida de contención del coronavirus (Covid-19).
De esta forma, solo se permiten comunicaciones con los internos a través del locutorio y se prohíben las salidas programadas tratamentales, no así los permisos ordinarios o en aplicación del artículo 100.2.
El organismo dependiente del Ministerio del Interior ha informado de que se suspenden «todas las visitas que no se realicen a través de locutorio y solo se permitirá el acceso al personal laboral o funcionario y al personal extrapenitenciario cuya labor sea imprescindible». Queda excluida, por tanto, la entrada a voluntarios de ONG, entidades colaboradoras o profesionales acreditados.
Las medidas en las siete prisiones y los tres centros de inserción social de la Comunidad de Madrid, el centro penitenciario de Araba y el de Logroño se justifican «tras el cambio de escenario decretado por Sanidad y la declaración de Madrid, Vitoria y Labastida como zonas de transmisión significativa».
De esta forma, a los internos de estos doce centros se les suspenden «todas las comunicaciones familiares, de convivencia e íntimas», aunque «se permiten las ordinarias --incluyendo aquí a los abogados-- ya que se producen en locutorios separados por una mampara de cristal».
Las medidas excepcionales, adoptadas en coordinación con el Ministerio de Sanidad, se aplicarán a partir de este 11 de marzo y tendrán una vigencia inicial de 14 días.