El ministro estrella del Gobierno de Jair Bolsonaro, Sergio Moro, ha presentado hoy su renuncia provocando una de las crisis gubernamentales más graves de los 16 meses del Ejecutivo y la caída en más de un 8% de la Bolsa brasileña.

El propio presidente brasileño, Jair Bolsonaro, invitó al entonces juez Sergio Moro a formar parte de su Ejecutivo como ministro de Justicia y Seguridad Pública. Moro se había hecho un importante hueco en la agenda judicial y política de Brasil, y saltó a la palestra internacional al condenar a nueve años y medio de cárcel al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), del PT, dentro de la macrocausa conocida como «Lava Jato».

«El juez Sergio Moro aceptó nuestra invitación para ser ministro de Justicia y Seguridad. Su agenda contra la corrupción y el crimen organizado y su respeto por la Constitución y la ley serán los principios que nos guíen», escribió en aquel momento Bolsonaro en su cuenta de Twitter.

Pero, ese idilio parece haber llegado a su fin, al menos por el momento. Hoy, en una comparecencia en la sede del Ministerio de Justicia, en el centro de Brasilia, Moro ha presentado su renuncia acusando a Bolsonaro de interferir políticamente en las investigaciones de la Policía Federal.

«El presidente me dijo que buscaba un nombre (en la Policía Federal) que pudiese llamar, pedir informaciones, informes de inteligencia. Y realmente no es el papel de la Policía Federal dar ese tipo de información. Las investigaciones tienen que ser preservadas. La autonomía de la Policía Federal es un valor fundamental que tenemos que preservar dentro del Estado de derecho. Es algo que no entendí apropiado», ha dicho.

Según Moro, esta decisión la ha tomado después de que Bolsonaro destituyera «sin ninguna razón técnica» al director de la Policía Federal, que depende del Ministerio de Justicia y para la que el exjuez había exigido una plena autonomía al aceptar el cargo.

«El presidente me prometió carta blanca para nombrar a todos mis asesores y a los responsables de los organismos del ministerio y lo dijo públicamente», pero «lamentablemente no ha cumplido», ha declarado.

Ha ido más allá al afirmar que el decreto mediante el cual fue exonerado el director de la Policía Federal, publicado con su rúbrica, no fue en realidad firmado por él. «Supe de la exoneración a través del Diario Oficial y no firmé ese decreto», ha asegurado.

Moro, de 47 años, cuenta con una gran popularidad en Brasil, pero a la par ha sido fuertemente criticado por el uso, siendo juez, de las prisiones preventivas, de las delaciones premiadas y en la filtración de los casos a la prensa para conquistar a la opinión pública.

En junio del año pasado, el portal The Intercept Brasil reveló supuestos mensajes entre Moro y los fiscales de «Lava Jato», que sugieren cierta intimidad entre las dos partes.

Esto puso en duda la imparcialidad de Moro al juzgar a Lula, que se vio impedido de participar de las elecciones en 2018 en virtud de su condena. 

Es el segundo ministro clave que sale del gobierno en las últimas semanas. El titular de Salud, Luiz Henrique Mandetta, fue destituido tras insistir en la necesidad de mantener medidas de cuarentena para enfrentar la pandemia de nuevo coronavirus, en contra de la postura pública de Bolsonaro.