Iker BIZKARGUENAGA

El caso de Eric Garner sobrevuela la muerte de Floyd, nueva víctima del racismo policial en EEUU

Mientras Donald Trump confirma que el FBI ha iniciado una investigación y asegura que «se hará justicia», las protestas se han intensificado en Minneapolis tras la muerte, a manos de la Policía, de George Floyd, cuyo caso recuerda demasiado al de Eric Garner, fallecido en 2014 asfixiado por un agente que ni siquiera fue enjuiciado.

Dos policías rodean en Minneapolis retrato pintado a mano de George Floyd   (Stephen MATUREN I AFP)
Dos policías rodean en Minneapolis retrato pintado a mano de George Floyd (Stephen MATUREN I AFP)

Las protestas en Minneapolis y en otras ciudades estadounidenses por la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de varios policías se han ido recrudeciendo en las últimas horas, con enfrentamientos entre manifestantes y uniformados, mientras crecen los llamamientos a que se detenga al agente responsable del crimen.

Durante esta pasada noche, miles de personas han vuelto a tomar las calles de la ciudad más poblada del estado de Minnesota, en una serie de protestas que han incluido escraches en las viviendas del policía que asfixió a Floyd con su rodilla y del fiscal del condado, mientras la Policía disparado gases lacrimógenos y balas de goma en varios puntos de la ciudad, donde también se han vivido incendios y algunos episodios de saqueo.

La tensión por la enésima muerte de un ciudadano negro a manos de fuerzas policiales ha ido en aumento en los últimos días, y el alcalde de la ciudad, Jacob Frey, que el martes anunció el despido de los cuatro agentes implicados en la muerte, también ha pedido el arresto del responsable.

«En las últimas horas he lidiado con una pregunta fundamental: ¿Por qué el hombre que mató a George Floyd no está en la cárcel? Si lo hubiera hecho usted, o lo hubiera hecho yo, estaríamos entre rejas en este momento», dijo ayer el alcalde, reflejando el sentir de muchos de sus conciudadanos, que ha llevado al FBI a abrir una investigación propia sobre lo ocurrido, según ha confirmado el propio presidente, Donald Trump. 

«Por petición mía, el FBI y el Departamento de Justicia ya han iniciado una investigación sobre la muerte muy triste y trágica en Minnesota de George Floyd», ha publicado el mandatario estadounidense en Twitter, donde sin embargo expresaba su apoyo a la Policía local, en el ojo del huracán.

«I can't breathe»

«Se hará justicia», sostiene Trump. Sin embargo, la experiencia dice lo contrario. Floyd es la enésima víctima de una violencia policial extrema, con un claro componente racista, y que en gran medida ha quedado impune.

De hecho, las últimas palabras de este hombre de 40 años de edad, «no puedo respirar», coinciden con las que pronunció hace menos de siete años Eric Garner, fallecido en idénticas circunstancias a manos de la Policía de New York y que repitió hasta en once ocasiones ese «I can't breathe» que vuelve a retumbar ahora en las calles de Minneapolis.

Floyd había sido detenido el lunes bajo sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado. Varios policías lo sacaron por la fuerza de su vehículo y el trato que recibió hasta su muerte ha dado la vuelta al mundo gracias a un video grabado por los viandantes que asistieron horrorizados a la escena.

En la grabación se ve al hombre boca abajo en el pavimento y a un agente sobre él apretándole el cuello con una rodilla durante varios minutos, sin modificar su postura, pese a que se escuchan las quejas de Floyd varias veces de que no podía respirar hasta que parece perder el sentido.

En el video se oye que el hombre se queja: «Me duele el cuello. Todo me duele... agua o algo, por favor. Por favor, por favor. No puedo respirar, agente, no puedo respirar» y también la voz de una mujer que señala que Floyd está sangrando por la nariz.

«Merece justicia»

«Durante cinco minutos vemos cómo un agente blanco apretó su rodilla en el cuello de un hombre negro. Cinco minutos», dijo conmovido Frey, en una rueda de prensa junto al jefe de Policía, Medaria Arradondo. Añadió que lo ocurrido no fue «una decisión instantánea tomada de forma incorrecta» sino que la situación se prolongó durante cinco minutos en los que «en cada uno de los 300 segundos el agente podría haber dado marcha atrás, podría haber retirado su rodilla del cuello de George Floyd».

Esta muerte ha vuelto a sacudir a parte de la sociedad estadounidense, y algunas personalidades como la estrella de baloncesto Lebron James han vuelto a clamar contra el racismo en los cuerpos policiales de aquel país. Las exigencias de una condena severa contra los autores se han multiplicado en las últimas 48 horas.

«George Floyd merece justicia, su familia merece justicia, la comunidad negra merece justicia y nuestra ciudad merece justicia», insistía el alcalde Frey.

También la merecía Eric Garner, y el autor de su muerte, el agente Daniel Pantaleo, ni siquiera fue procesado por ello. Fue expulsado del cuerpo de Policía, pero no se fueron con él ni la violencia ni el racismo.