Gracias Exeter, gracias Racing. Acostumbrados a finales rácanas, disputadas con la calculadora en la mano, resueltas a base de patadas a palos para cazar de tres en tres, en Ashon Gate (Bristol) se ha disfrutado de dos conjuntos que han saltado al cuadrilátero dispuestos a intercambiar ensayos hasta que solo uno quedara en pie.
Y eso que el primer cuarto de hora hacía temer por un partido sin emoción, decantado a favor de Exeter, que sumaba con rapidez dos ensayos marca de la casa, firmados por un paquete delantero capaz de laminar todo lo que se ponga por delante en la 22 rival, como bien diseccionaba Mario Ornat en «El alma de la tuneladora», excelente análisis publicado en Revista H.
Pero Racing tenía sus propios argumentos a campo abierto. Los Russell –que no ha tenido su mejor día–, Zebo, Imhoff o Vakatawa hacían correr el oval de un lado a otro para descoser la defensa de los Chiefs. «Hay partido», decía el 14-12 del marcador tras la reacción parisina.
El partido entraba en la dinámica del Correcaminos y el Coyote, con Exeter abriendo huecos que Racing recortaba sin terminar de ponerse por delante. Hacer la goma, en argot ciclista. Primero 21-17 y luego 28-24. Ocho ensayos, cuatro por bando, que saciaban el apetito de los más exigentes. Restaba un cuarto de partido, llegaba la hora de la verdad.
Machenaud ponía con el pie el 28-27 y Exeter se quedaba con uno menos por la amarilla a Francis. Era el ahora o nunca para los albiazules, que aspiraban a su primer título tras las derrotas de 2016 ante Saracens y 2018 ante Leinster.
Pero tendrán que seguir intentándolo. Exeter aguantaba el tirón, recuperaba el oval y ya sobre la bocina firmaba la puntilla (31-27). Los Chiefs son campeones de Europa de rugby, emulando a sus tocayos de Kansas City en la NFL. Retumban los tambores, suenan los cánticos de guerra y la posibilidad del doblete asoma en el horizonte, con la final de la Premier inglesa el próximo fin de semana.
La Challenge Cup, para Bristol Bears
El fin de semana ha sido una fiesta para el rugby inglés, ya que ayer viernes Bristol celebraba su primer título continental tras imponerse a Toulon (32-19) en la final de la Challenge Cup.
Los Bears abrían el marcador a los 15 segundos de partido, pero Toulon equilibró la balanza y se enfiló la recta final con empate a 19. En los 20 últimos minutos, un parcial de 13-0 daba la victoria a Bristol.