El 15 de febrero del año pasado se anunciaba que se había llegado a las mil suscripciones nuevas, un 10% del reto. Era el inicio de esta campaña. Desde entonces 9.000 personas más se han sumado a esta causa por la libertad de prensa y la pluralidad. En ese periodo se ha abonado millón y medio de euros, al que hay que sumarle el de la semana que viene y el que se pagó al arranque del expolio. En total, tres millones de euros. Una barbaridad, todo ello.
Pero ahora sobre todo toca poner en valor esa ola de solidaridad, ese compromiso, ese impulso comunitario a la prensa independiente vasca. 10.0000 suscripciones nuevas, que se suman a las que GARA y NAIZ llevaban de antemano, suponen un fuerte apoyo para hacer viable este medio de comunicación en medio de este ataque y con una pandemia que lo ha puesto todo más difícil.
Por eso, es sorprendente que en medio de esta crisis el llamamiento a otro esfuerzo para terminar esta campaña haya vuelto a tener semejante respuesta. A cada petición cientos de personas se han apuntado para denunciar estos ataques a la libertad de prensa.
En esta ocasión el fin de campaña tendrá un efecto inmediato: GARA recupera el rojo en su primera página desde ya mismo. Tras tanto tiempo en negro, la primera de este jueves resultará un tanto chocante. Los kioscos de Euskal Herria recuperan ese color gracias al esfuerzo de esa miles de personas.
El equipo que trabaja en GARA y el resto de empresas está muy agradecido por esta solidaridad y mantiene sus compromisos para ofrecer un periodismo político, riguroso, crítico, independiente y profesional.