El PNV ha anunciado hoy un acuerdo sobre la desaparición de los cuarteles de Loiola a cambio de su sí a los presupuestos del Estado, pero posteriormente desde Madrid han llegado dos matizaciones, que no anulan su importancia pero sí vienen a suponer contrapartidas.
Por un lado, el Ministerio de Defensa ha aclarado este martes que la presencia de las Fuerzas Armadas en Donostia «no es negociable» pese a ese acuerdo.
El acuartelamiento de Loyola acoge actualmente el Regimiento de Infantería 'Tercio Viejo de Sicilia' Nº 67 y la unidad de servicios que se encarga de su funcionamiento ordinario. Su enajenación obligará al traslado de los militares que allí están destinados, pese a que Defensa había rechazado hasta ahora todas las alternativas ofrecidas por el Ayuntamiento de Donostia.
En cualquier caso, fuentes del Ministerio remarcan que la permanencia del Ejército de Tierra en la ciudad está «garantizada», aunque no se fija nueva ubicación.
Recuerdan que los cuarteles de Loiola llegaron a albergar hasta 2.000 militares, pero en la actualidad se encuentran «en una capacidad inferior» y pueden ser trasladados a un «emplazamiento más acorde y mejor dimensionado».
La secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, negó hace tan solo dos semanas en una comparecencia en el Senado que el cuartel de Loiola estuviera «infrautilizado» y explicó que las alternativas ofrecidas por el Ayuntamiento no reunían las condiciones necesarias de seguridad y habitabilidad.
Mirando a otros puntos del Estado, Defensa mantiene abiertas negociaciones con numerosas entidades locales para la cesión o venta de instalaciones militares. Una de ellas es la denominada 'Operación Campamento' en Madrid, paralizada desde hace años y que prevé la construcción de miles de viviendas en una zona militar en desuso al oeste de la capital.
El precio, con los beneficios de la recalificación
En paralelo, el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Donostia deberán acordar un precio para la enajenación de los terrenos. Así lo estipula la enmienda acordada entre el Gobierno y el PNV.
El texto apunta que el Gobierno «culminará» durante el año 2021 la enajenación y, para ello, se constituirá una comisión entre ambas partes «fijándose el precio en base a los aprovechamientos que se obtengan de su recalificación».
La justificación de la enmienda alude a la escasez de suelo en Donostia para su desarrollo urbano y necesidades residenciales. «Con una superficie de 20 hectáreas constituye el único suelo apto para la construcción de un eco-barrio de dos mil viviendas», explica sobre el proyecto del Consistorio para la zona.