Ione Belarra es la primera mujer navarra en hacerse con un Ministerio del Gobierno español. La iruindarra, que cumplirá 34 años en setiembre, ha recibido este miércoles la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030 de manos de Pablo Iglesias y lo ha hecho comprometiéndose a trabajar por el derecho a la salud, a la vivienda, a la educación, a una vida digna para los mayores y las personas con diversidad funcional y también por el derecho a la cultura. «Queremos el pan, pero también queremos las rosas», ha manifestado.

Belarra es licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, graduada en Integración Social y máster en Psicología de la Educación en la misma universidad. En 2014 comenzó su militancia en Podemos y un año más tarde llegó al Congreso como diputada por Nafarroa, puesto que ha revalidado desde entonces.

En 2018 ya saltó a primera línea de la formación morada cuando sustituyó a la portavoz en el Congreso, Irene Montero, durante la baja por maternidad de esta. Desde el inicio se ha mostrado cercana al núcleo de Iglesias y, de hecho, forma parte de la Ejecutiva de Podemos como número 4, por detrás de Iglesias, Montero y el secretario de Comunicación, Juanma del Olmo, y se ocupa de la coordinación ejecutiva del partido.

En el acto de hoy, Iglesias ha elogiado la «inteligencia política» de Belarra, su «capacidad de trabajo, su empatía hacia los más vulnerables y su firmeza imprescindible para que se cumpla el programa» de Gobierno acordado entre Unidas Podemos y el PSOE. 

Belarra, que ha comenzado devolviendo los elogios al líder de Podemos, se ha comprometido a esforzarse al máximo para llevar a buen puerto las tareas pendientes, desde la ley de vivienda, hasta las mejoras en el ingreso mínimo vital, al plan de choque para la dependencia, la estrategia de desarrollo sostenible o la ley contra la violencia hacia la infancia. 

En este contexto, ha resaltado la importancia de los objetivos fijados en la Agenda 2030 y ha abierto las puertas de su Ministerio a la sociedad civil para «trabajar juntos» por un Estado del bienestar «que ponga los cuidados en el centro y que sea feminista, ecologista y comunitario».