Aitor Agirrezabal
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

La reforma laboral de Sánchez y Díaz ya es realidad con votos de derechas y giro de UPN

La reforma laboral que solo maquilla la del Gobierno Rajoy ya tiene luz verde. El Congreso la ha aprobado, vía decreto sin opción de enmiendas, por una escuálida mayoría y apoyándose en votos de formaciones de derechas como Ciudadanos. Los diputados de UPN al final lo ha hecho en contra.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en la sesión del Congreso.
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en la sesión del Congreso. (Eduardo Parra | Europa Press)

La derogación de la reforma laboral prometida por el Gobierno Sánchez y liderada por la vicepresidenta de UP Yolanda Díaz se ha quedado en puro retoque de la del Ejecutivo Rajoy. Uno de los proyectos estrella de la legislatura, si no el mayor, ha recibido luz verde del Congreso esta tarde con un procedimiento y soporte polémicos. Y es que ni ha habido trámite de enmiendas (la vía usada ha sido el mero refrendo del decreto gubernamental) ni el Gobierno se ha apoyado en sus socios habituales.

Ante el rechazo de fuerzas de izquierda como ERC y EH Bildu e incluso también del PNV, el proyecto pactado con la CEOE y los sindicatos UGT y CCOO ha sido avalado finalmente por varias fuerzas de derecha. Las más destacada, Ciudadanos. También había pasado al sí durante la jornada UPN (en este caso con contrapartida en el Ayuntamiento de Iruñea, según se ha sabido a primera hora de la tarde, puesto que el PSN lo compensaría aprobando los presupuestos y evitando reprochar al alcalde de Navarra Suma, Enrique Maya). Sin embargo, a última hora han votado no, según ha afirmado en redes sociales el diputado Sergio Sayas y minutos después su compañero Carlos García Adanero.

 

Tras la votación, la dirección de UPN ha pedido a sus dos diputados que entreguen las actas: «Sergio Sayas y Carlos García Adanero han tomado la decisión en contra de la decisión de los órganos del partido», han señalado desde la dirección regionalista, que ha añadido en un comunicado que «se ha tomado también engañándonos, como demuestra que han manifestado previamente de manera pública que iban a aceptar la disciplina de voto para después no hacerlo».

Adanero y Sayas, en sus escaños. (Eduardo PARRA/EUROPA PRESS)

Asimismo, reconocen que han podido constatar que los dos diputados «sí que han advertido del sentido final de su voto a otras formaciones políticas, que han sido conocedoras del mismo, mientras la dirección de UPN desconocía este extremo».

Desde la formación regionalista se ha pedido también disculpas al PSOE y al PSN: «Lo que ha sucedido hoy no representa a UPN, un partido de palabra, de valores y de principios, que cumple sus acuerdos. Entre esos valores y principios no se encuentra no cumplir la palabra dada».

Finalmente, UPN manifiesta que «la deslealtad con los votantes, afiliados y órganos del partido es absoluta e inaceptable», por lo que pide a sus representantes en el Congreso que entreguen «su acta de diputado inmediatamente». 

Sin embargo, en declaraciones a Europa Press, Sayas, que perdió con Esparza las elecciones internas por el liderazgo de UPN, ya ha adelantado que no va a entregar su acta porque él puede defender su posición ante los votantes. «A ver si Esparza puede –ha retado–, y si quiere, que haga un referéndum».

Al término del Pleno del Congreso de este jueves, Sayas ha explicado que tanto su compañero como él han votado en contra «cumpliendo estrictamente» los estatutos del partido y que, por tanto, no temía futuras sanciones por haberse saltado la disciplina de voto marcada por UPN.

«No hemos incumplido el mandato del Comité Ejecutivo», ha querido dejar claro Sayas, recalcando que la dirección del partido no les ha comunicado el acuerdo alcanzado y que, por tanto, harían lo que este miércoles ya tenían previsto hacer, que es votar en contra del decreto.

El regionalista navarro ha subrayado, además, que ninguno de los dos ha hablado con el presidente de UPN para comunicarles su posición, de la misma forma que Esparza, según ha apuntado, tampoco les había llamado a ellos. «No nos llamó, y nosotros tampoco a él», ha dicho.

Por un «problema técnico»

En definitiva, han votado sí a esta reforma laboral PSOE, UP, Ciudadanos, Más País, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Teruel Existe, PRC y PDeCAT.

De la importancia de la votación da fe que solo uno de los 350 electos de la cámara no ha participado. El resultado final ha sido de 175 votos a favor y 174 en contra, tras el giro final de UPN. Y la tensión era tal que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha afirmado inicialmente que con ello el decreto quedaba derogado, para unos segundos después rectificarse y confirmar la aprobación. Desde el PP, uno de cuyos diputados habría cometido un error al votar telemáticamente, se ha pedido después una revisión, pero Batet ha cerrado la sesión.

 

Esto hubiera dado un vuelco a la votación, ya que de esta forma el bloque del ‘no’ a la reforma habría alcanzado 175 votos, por los 174 de los partidarios por convalidarla. Sin embargo, un diputado del bloque de la derogación ha acabado votando a favor de la reforma.

Según ha informado tras la votación la portavoz del PP, Cuca Gamarra, se trata del diputado extremeño Alberto Casero, que había pedido el voto telemáticamente. Según ha asegurado a los medios, ha votado a favor por un «problema técnico» y ha acudido al Pleno a votar presencialmente, pero ya no le han dejado.

Después se ha votado y rechazado también por un solo voto la tramitación del decreto como proyecto de ley.

Los argumentos de Díaz y las dudas de UPN

En cuanto al debate que ha precedido a este caótico desenlace, la vicepresidenta española de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha abierto la sesión con un saludo a los representantes de CCOO y UGT, que han presenciado la cita, «por su contribución decisiva».

«Se trata de una reforma en defensa de la democracia», ha apuntado, antes de insistir en el carácter «histórico» de la norma. Supone, según sus palabras, «una rotunda negativa a la cultura de la precariedad que ha lastrado durante décadas el mercado de trabajo».

Ha insistido en que la norma «recupera derechos» para los trabajadores y ha acusado a «varios partidos» de no escuchar. Por ello, ha asegurado «no haber logrado trasladar» a estas formaciones «el contenido» de la reforma y ha situado la negativa de quienes votarán ‘no’ en «intereses partidistas» por encima del «interés de la gente».

Mientras se discutía el acuerdo con CEOE, UGT y CCOO, todas las miradas estaban fijadas en los movimientos de UPN. El presidente del partido, Javier Esparza, confirmó horas antes que apoyarían el texto, pero los dos representantes de la formación navarra en el Congreso español, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, se han mostrado contrarios. Aunque a primera hora no han aclarado la dirección de su voto, Sayas ha confirmado a la prensa que votarán a favor por disciplina de partido. «Me cuesta mucho defender ante mis votantes una posición que no comparto», ha comentado Sayas al llegar al Congreso.

Antes de ello, Adanero ha afirmado que, «independientemente del contenido del decreto, si tu voto es decisivo, UPN no puede respaldar a Sánchez, un presidente con los votos de Bildu». En el mismo sentido, Sayas ha apuntado que la política del Gobierno de Sánchez es «abierta y contundentemente hostil a UPN», y ha asegurado que «las cesiones al nacionalismo son unas líneas absolutamente rojas» para su formación. Como muestra de esta discrepancia con la línea adoptada por la dirección de UPN, ambos diputados han declinado intervenir en el Pleno. Y finalmente han decidido votar en contra, con el esperpento intermedio de la rueda de prensa del PSN dando por seguro su sí y anunciando contrapartidas en Iruñea.

PNV se suma al bloque contra la reforma

Por su parte, PP (88 escaños), Vox (52)  ERC (13), PNV (6), EH Bildu (5), Junts (4), la CUP (2), el BNG (1) y Foro Asturias (1) han confirmado su rechazo a la reforma. A ellos se ha añadido el exdiputado de Ciudadanos Pablo Cambronero, adscrito al Grupo Mixto del Congreso, y los dos de UPN. Suman 175 aunque finalmente se han quedado en 174, ¿por la ausencia producida o porque alguien no ha dicho la verdad?

El PNV ha informado desde primera hora de que «tras haber tratado infructuosamente, incluso esta mañana, de incorporar la prevalencia de los convenios autonómicos, demanda que Gobierno, patronal y sindicatos conocían hace meses, y que no altera el acuerdo del diálogo social», votaría 'no'.

Durante su intervención en el debate, Aitor Esteban ha justificado su voto en contra al explicar que «nos gustan los consensos y valoramos lo que se ha hecho en diálogo social, pero los consensos no se imponen y menos en el Parlamento».

«Tocará reconstruir el bloque de investidura»

En su turno en el Congreso, Oskar Matute, representante de EH Bildu, ha señalado que «venimos con una mano tendida y un puño cerrado» en defensa de los derechos de los trabajadores. «Realizamos una propuesta concreta que mejora esta ley, que pasaba de la insuficiencia actual», ha recordado. «No era una propuesta de máximos. Eran cinco puntos. No era la toma de los medios de producción, ni el asalto a los cielos. Cinco puntos. Que se nivele la balanza entre el esclavo y el que manda», ha defendido.

«Hemos defendido durante 10 años la derogación de la reforma del PP, lo hemos firmado con vosotros y vosotras», ha añadido. Algo «muy alejado» de lo debatido hoy, por lo que votarán en contra. «No lo hacemos para hacer tambalear el bloque de investidura. Si se fractura, desde mañana tocará reconstruirlo. Solo las políticas de izquierdas logran avances para las clases trabajadoras».

Gabriel Rufián, de ERC, en esa misma línea ha insistido en que «no se acaba el mundo» y que «mañana habrá que seguir hablando». El representante republicano ha criticado la postura del Gobierno español de no querer negociar nada de lo acordado con la patronal, CCOO y UGT y ha puesto sobre la mesa la facilidad que mantienen las empresas para los despidos.

La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, también le ha recordado la promesa de derogar la reforma laboral. «Lo que han hecho ha sido pactar un parche con los de siempre».

En el turno de oposición, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha acusado a Yolanda Díaz, de haber «traicionado a los suyos» porque llegó al Gobierno «como la líder de los piquetes y para todos ellos (ahora) está al frente de la troika».

La representante de Ciudadanos, Inés Arrimadas, también ha situado el acuerdo como una brecha en el bloque de investidura y lo ha celebrado: «Pierde ERC y pierde Bildu».