Esta pasada noche de jueves a viernes, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han acordado escalonar las sanciones contra Rusia y debatir más medidas según la evolución de los acontecimientos en Ucrania.
«No se han agotado aún todas las posibilidades de sanciones. La presión sobre Rusia debe aumentar», ha dicho en Twitter Zelenski, que no obstante ha dado las gracias a la UE por el compromiso para enviar más ayuda financiera.
Zelenski había reclamado abiertamente a los jefes de Estado y de Gobierno que fuesen más contundentes de lo que finalmente han sido, planteando por ejemplo la salida de Rusia del mecanismo SWIFT para transacciones bancarias y el embargo de petróleo y gas.
En esta cumbre extraordinaria, los líderes de la UE han pactado la primera respuesta a la agresión rusa, defendiendo que son medidas «masivas» y sin precedentes, que incluyen restricciones a bancos, energía, finanzas, exportaciones, transporte y política de visados, pero no contemplan medidas como sacar a Rusia del sistema de comunicación para transacciones financieras SWIFT o bloquear el suministro energético.
El objetivo ha sido responder con rapidez y unidad al pulso con Putin, pactando una tanda de sanciones que contaba con el consenso de los Veintisiete, aunque dejaba de lado la petición de países como Bélgica, Polonia o los países bálticos, que demandaban ir más allá.
En rueda de prensa tras la cumbre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha adelantado que la ronda de sanciones incluye el bloqueo del 70% del sistema bancario y empresas estatales rusas al mercado de capitales, lo que provocará una aumento de la inflación y lastrará el crecimiento económico.
Las sanciones atacarán los depósitos de las élites rusas en Europa y la transferencia de tecnología para refinar petróleo, que provocará un golpe importante en un sector que obtuvo 24.000 millones en exportaciones en 2019. También las operaciones de ciertas aerolíneas rusas y los visados a empresarios y políticos rusos se verán bloqueados, ha desgranado.
Según Von der Leyen, la agresión rusa «marca el principio de una era. Putin está intentando subyugar a un país amigo de la UE y quiere redibujar los mapas por medio de la fuerza. Debe fracasar».