Xabier Atristain ha sido devuelto a prisión este jueves, apenas horas después de que el Tribunal Supremo español rechazara revisar la condena de 17 años que le impuso y que declaró injusta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Según ha podido confirmar NAIZ, Atristain ha sido abordado en la Parte Vieja de Donostia por agentes de la Ertzaintza y trasladado a la cárcel de Martutene, desde donde quedó libre en febrero en cumplimiento de la sentencia europea.
El reingreso en prisión agrava el escándalo de este caso. La insólita decisión del Supremo este miércoles, haciendo oídos sordos al dictamen europeo firme, no debería conllevar automáticamente el ingreso en prisión, toda vez que Atristain cumple las condiciones para el acceso a tercer grado. No obstante, los tribunales españoles han decidido ejecutar su decisión de modo fulminante, con una orden de búsqueda y captura.
Dos secuencias rocambolescas
La secuencia de este caso tiene varios elementos reseñables. Por lo que respecta al encarcelamiento, cabe recordar que la excarcelación de Xabier Atristain fue decidida por los tribunales estatales tras la primera resolución europea que le daba la razón, producida en enero. Se materializó concretamente el 18 de febrero y desde entonces ha estado en libertad. Pese a que posteriormente el Tribunal Europeo declaró firme su sentencia sobre el caso, rechazando el recurso de la Abogacía del Estado, el desenlace decidido por el Supremo es que Atristain vuelve a estar entre rejas.
Todo ello ha sido forzado por la Fiscalía, y aquí también conviene reparar en cómo se han ido produciendo los hechos. Como ha revelado hoy NAIZ, en un primer momento el Ministerio Público aceptó la lógica petición de Atristain para que la condena en el Estado español fuera revisada, pero sin embargo hace una semana cambió de posición para rechazar esta opción, lo que ha terminado siendo dado por bueno por el Alto Tribunal español.
El giro fiscal se ha producido, paradójicamente, después de que la sentencia europea se convirtiera en firme. Con ello se abría la puerta a revisar otros casos análogos en que las únicas pruebas existentes contra los presos fueron arrancadas vía incomunicación (inculpaciones o autoinculpaciones). De hecho, la Audiencia Nacional ha dictado en este periodo dos sentencias absolutarias por similares motivos y subrayando la existencia de una nueva jurisprudencia europeas, en los casos de Gorka Palacios y Juankar Iglesias.
La diferencia a efectos prácticos estriba en que tanto Palacios como Iglesias siguen presos al estar cumpliendo otras condenas, mientras que en el caso de Atristain esa era la única existente y la negativa del Supremo a revisarla ha desencadenado en su retorno a prisión.
Tampoco cabe olvidar que Atristain ha pasado ya más de once años y medio en la cárcel por este caso. Fue encarcelado en noviembre de 2010 tras su detención por la Guardia Civil. Seis meses antes se había presentado voluntariamente y pasado por la Audiencia Nacional, quedando libre al no haber pruebas en su contra. Estas fueron «obtenidas» en la incomunicación sin defensa jurídica alguna, como ha remarcado el Tribunal de Estrasburgo.
Protesta de Sare
Varias personas se han concentrado esta tarde en el Boulevard de Donostia para expresar su rechazo al reingreso en prisión de Xabier Atristain en una movilización convocada por Sare. La plataforma ciudadana ha denunciado que la decisión del Tribunal Supremo español que contradice la sentencia europea es «inverosímil, incomprensible y, en particular, contraria a los derechos humanos».
«La sentencia del Tribunal Supremo exige garantizar la indefensión jurídica, con todo lo que ello supone. A pesar de presentarse como un Estado democrático y de derecho, este tipo de decisiones siguen situando al Estado español muy lejos de esta realidad», ha subrayado.
Sare ha reafirmado que el fallo del TEDH «debería suponer la reconsideración de las sentencias y sanciones que consideren las declaraciones bajo incomunicación y tortura como prueba principal», sin embargo, ha denunciado que el Supremo «ha optado por su autoprotección, rechazando la justicia».
Más denuncias
EH Bildu ha subrayado ante esta noticia que «la detención y encarcelamiento de Xabier Atristain es un escándalo» y ha recordado que la decisión del TEDH «es vinculante».
La reacción de Sortu ha sido muy gráfica: «La Justicia española no puede hacer lo que se lo pone en la punta de la nariz». Por ello, ha hecho un llamamiento a «los agentes vascos favorables a la democracia» para que «levanten la voz. Ya vale».
Añade cuatro ideas: «El proceso judicial contra Xabier Atristain fue injusto en su totalidad; esta injusticia afecta a todo el procedimiento, luego no cabe sanar nada. El Tribunal Supremo debe acatar la sentencia de Estrasburgo y no puede hacer otra sentencia como le venga en gana. La Judicatura española tiene que anular su sentencia porque Europa la ha tumbado, y no lo han hecho, sino justo lo contrario, Y Xabier Atristain está ahora en prisión cumpliendo una sentencia injusta».