La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha presentado este miércoles en el Parlamento de Gasteiz el Plan de Contingencia Energética de la CAV que, según ha explicado, tiene por objeto «gestionar el consumo del gas para tener asegurado el suministro durante el invierno, tanto para personas como para empresas».
«Se ha acordado en la Unión Europea que el conjunto de los estados reduzca un 15% su consumo de gas y, como consecuencia de la situación un tanto especial en la que se encuentra en el Estado español, se ha conseguido que en el conjunto del Estado sea el 7% lo que se debe ahorrar», ha apuntado en alusión a la denominada ‘Excepción ibérica’.
Para lograr este objetivo, el plan recoge una batería de ayudas públicas, programas y medidas que afectan en mayor medida al ámbito industrial. Entre las mismas figuran una instrucción para fomentar el teletrabajo en la Administración, el impulso del transporte ferroviario, renovar el parque móvil y desarrollar fuentes de energía renovables en polígonos, dando pie a nuevas comunidades energéticas.
En lo referido a la ciudadanía, el documento recoge planes existentes sobre eficiencia energética, y propone «compromisos de sensibilización y divulgación». Además, incluye una serie de «potenciales medidas fuera del ámbito competencial» de la CAV, entre las que destaca la creación de la figura del «agregador», que participe en la gestión de la demanda eléctrica.
Según el plan, se trataría de un «intermediario entre el consumidor y la operación del sistema». «Ello permitirá dotar al operador del sistema de una herramienta de gran utilidad para evitar puntas de generación con gas natural, aplanando la curva y adaptando, en la medida de lo posible, la demanda eléctrica a la generación renovable», añade.
Respuesta de la oposición
El documento de Lakua ha recibido las críticas de la mayoría de los grupos de la oposición, ya que, a juicio de EH Bildu, existen problemas en la metodología, en los contenidos y en la secuencia.
«Se quiere vender una metodología participativa, y no estamos de acuerdo», ha apuntado el parlamentario soberanista Mikel Otero, que ha incidido en que se han realizado reuniones con agentes económicos, obviando a los grupos políticos. «Habéis decidido con quien reuniros y con quien no».
En cuento a los contenidos, ha advertido de que hay «diferentes problemas». «Es difícil ver una planificación. De hecho, no está claro si esto es un plan o no», ha añadido antes de destacar que es preciso tomar medidas a corto plazo, no consejos a largo plazo.
«Plantean 60 páginas de cosas que hace el Gobierno, pero cuando vamos a lo concreto estamos hablando de una instrucción que se va a acordar con los ayuntamientos y con las diputaciones que, básicamente, recoge el cumplimiento del Real decreto ley del 1 de agosto del Gobierno de España», ha censurado Otero.
Desde Elkarrekin Podemos-IU, David Soto ha denunciado que su grupo no ha recibido respuesta a las aportaciones remitidas a Lakua y ha mostrado sus dudas sobre la idea de impulsar el uso del hidrógeno en las viviendas. «No nos parece acertado, ya que hemos escuchado a expertos que no la consideran una vía acertada», ha apuntado.
Por su parte, Muriel Larrea, del PP, sí que ha mostrado su posición favorable al plan de Lakua. «Me he leído el Plan de Contingencia y me ha gustado y creo que cumple con los requisitos que deberíamos tener como sociedad», ha subrayado antes de alertar de que puede que las familias vulnerables «sufran mucho más» la pobreza energética este invierno.
A este respecto, Tapia ha asegurado que, si es necesario, Lakua aumentará las ayudas. «Si hace falta poner más recursos para los colectivos vulnerables, se pondrán», ha aseverado.
Mención aparte merece la intervención de Amaia Martínez, representante de Vox, que ha defendido el uso de la energía nuclear y la extracción de gas en Araba, algo que no permite la ley.