El Estado Islámico (ISIS) ha anunciado este miércoles la muerte de su líder, el iraquí Abu Hasan al-Hashimi al-Qurasi, y ha precisado que falleció «combatiendo a los enemigos de Dios».

«Lamento anunciar a los musulmanes y a los soldados del califato islámico la muerte del príncipe de los creyentes, Abu al Hasan al-Hashemi al-Qurashi, durante una batalla donde estaba combatiendo a los enemigos de Alá», ha señalado el portavoz del ISIS, Abu Omar al-Muhager.

En un mensaje de audio, el portavoz del grupo yihadista ha anunciado a la vez el nombramiento de un nuevo «califa», Abu al-Husein al-Husein al-Qurashi.

El nombre Al-Qurashi se refiere a la tribu del profeta Mahoma, lo que utiliza el grupo como señal de descendencia del profesta musulmán.

También lo llevaba su predecesor, Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, que murió el pasado mes de febrero en una operación militar de Estados Unidos en la provincia siria de Idleb, actualmente ocupada por grupos yihadistas y proturcos. En la operación muriero  13 personas, incluidos seis menores.

Fue similar a la que también EEUU llevó a cabo en 2019 para matar al anterior líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi.

El portavoz yihadista no ha ha ofrecido detalles de cómo ni dónde ha muerto el hasta ahora líder de la organización, que había permanecido en la sombra tras ser nombrado el pasado mes de marzo.

EEUU afirma que lo mató el ELS

Más tarde, el portavoz del Mando Central de Estados Unidos (Centcom), Joe Buccino, ha informado de que Abu al Hasan murió a mediados de octubre durante una operación del Ejército Libre Sirio en la provincia siria de Daraa (sur).

«Estado Islámico continúa representando una amenaza para Estados Unidos y sus socios en la región. La eliminación de los líderes de Estado Islámico degrada la capacidad de las organizaciones terroristas para ejecutar más ataques globales», ha indicado en un breve comunicado.

La última información sobre el líder del ISIS fue ofrecida el pasado junio por el portal informativo turco Odatv, que aseguró que el califa había sido detenido en Estambul un mes antes en una operación internacional preparada en secreto, si bien este extremo no fue confirmado oficialmente.

Aunque el ISIS perdió su control territorial que llegó a abarcar buena parte de Irak y Siria y una población de siete millones de habitantes, no desapareció y se mantuvo en multitud de células clandestinas en ambos países, donde sigue llevando a cabo ataques.