Al menos desde el pasado 17 de abril, la incineradora de Zubieta no genera electricidad ni produce emisiones, lo que según GuraSOS solo puede significar que está parada por una avería. Cada día, la web de Ekondakin ofrece datos de las toneladas de residuos «pretratadas» y de su «valoración energética», además de los «valores de emisión diarios» en cada una de las dos líneas de incineración. Esta información se borra cada 24 horas y se sustituye por la de la fecha anterior. Pero desde hace más de diez días, la valoración energética es 0 y no se producen emisiones.
Por ejemplo, este jueves, 27 de abril, se ofrecen los datos del 26 de abril, cuando se pretrataron 285,20 toneladas de residuos, pero sin generar ni electricidad ni emisiones.
Según los datos recabados por GuraSOS, esta parada de la incineradora de Zubieta se debe a que «no funciona la generación eléctrica de la que se encarga un turbogenerador Siemens construido en 2018 e instalado en el verano de 2020 y unas celdas de interconexión de la generación».
Ello supone, según esta asociación, que la basura se está acumulando en las instalaciones de Zubieta sin que se sepa hasta cuándo ni qué se va a hacer con ella si no se repara la avería.
«Fallos en todos los sistemas»
GuraSOS asegura que «de los cinco elementos esenciales del proyecto, el de la generación era el único que faltaba por fallar» y ya lo ha hecho.
Detalla que «primero fueron los horno-calderas (las dos líneas de incineración), que no contaban con la oportuna homologación y sufren constantes paradas no programadas». Lo segundo en fallar fue la transformación eléctrica con constantes incidentes que terminaron con la quema definitiva y sustitución completa del transformador principal cuyo sistema de refrigeración ofrece más dudas que certezas».
GuraSOS señala que «también falló el sistema de depuración de gases, que debía haber sido seco y desde su primera puesta en marcha resultó que generaba un gran efluente que fue ‘solucionado’ con una purga clandestina que se investiga como delito en los juzgados de Instrucción número 4 y 5 de Donostia». Y a esto se añade que «la depuración de gases ha dado mucho que hablar también debido a las numerosas superaciones de los valores límite de emisión semihorarios de gases contaminantes».
Por último, GuraSOS recuerda que «el cuarto elemento que ha fallado es el de la estanqueidad de las instalaciones, que la propia GHK ha reconocido se encuentra rota al menos en dos puntos desde hace más de un año, sin que hasta la fecha se haya solucionado, por lo que las instalaciones están emitiendo constantemente lixiviados contaminantes al exterior, lo que también está bajo investigación judicial por posible delito ambiental».
GHK: «Una pequeña avería»
«Ante las nuevas manifestaciones alarmistas vertidas por GuraSOS», GHK ha emitido este viernes una nota en la que admite que «hace escasos días se produjo una pequeña avería en las barras de conducción eléctrica del Complejo Medioambiental de Zubieta. Todas las protecciones de seguridad actuaron automáticamente y de forma inmediata. Ni el transformador principal ni el resto de la instalación eléctrica se han visto afectadas. Por tanto, el Complejo Medioambiental de Gipuzkoa sigue recepcionado y tratando los residuos urbanos del territorio. Asimismo, esta avería no ha producido ningún efecto negativo sobre el medio ambiente ni ha ocasionado ningún daño sobre las personas».
«Tras la avería, se han llevado a cabo todas las comprobaciones de protecciones y de sistemas necesarios por los técnicos de la planta. El concesionario ya ha encargado el reemplazo de la barra averiada y procederá a su sustitución en los próximos días. A su vez, se está investigando la causa de la avería», indica.
Informe de Ekopol
Por otra parte, el miércoles 27 de abril, el grupo de investigación Ekopol hizo público un informe en el que afirma que «tras acceder a todos los documentos de que dispone la administración, estamos en condiciones de afirmar que los gestores de la incineradora de Zubieta no han cumplido con la obligación de remitir un informe, acreditado externamente, indicando el valor de la eficiencia energética para cada línea de incineración junto al cálculo realizado, siguiendo para ello las indicaciones establecidas en la guía publicada por la Comisión Europea, y la información adicional necesaria para su verificación».
El trabajo que firma el ingeniero Gorka Bueno concluye que «como consecuencia de lo anterior el órgano competente (la Viceconsejería de Sostenibilidad Ambiental del Gobierno Vasco) no ha podido verificar dicho cálculo ni ha notificado a la instalación el valor de eficiencia energética y su clasificación como operación de valorización energética de residuos (R1)» y «la instalación no cuenta con la clasificación como operación de valorización energética de residuos (R1)».
En este terreno, GuraSOS señala que «en varias ocasiones ha venido denunciando la generación deficiente de energía que el año anterior unicamente consiguió verter a la red eléctrica 55.092,4 MW hora/año, lo que supone un tercio de los 160.000 MW hora/año que prometió, que ha llevado a esta asociación a afirmar que no existe valorización energética sino mera incineración. Para que exista aquélla ha de haber generación de energía y si no es así, el proyecto resulta un fiasco sin precedentes, además de ilegal».
También a esto ha respondido GHK en su nota, en estos términos: «Gipuzkoako Hondakinen Kudeaketa desmiente las declaraciones de Gorka Bueno en relación a la eficiencia de la planta, ya que está certificada, se cumple de forma holgada y no existe ningún incumplimiento de normativa».
Petición de transparencia y control
Ante toda esta situación, GuraSOS exige transparencia y explicaciones a la Diputación de Gipuzkoa y a los gestores de la Incineradora y que empiece «por explicar por qué no se ha informado a la población y a las instituciones afectadas», que en este caso son los ayuntamientos.
La asociación demanda «a los Ayuntamientos que son los titulares originales de la competencia de la gestión de residuos que tomen cartas en el asunto y exijan transparencia y participación». Aseguran que «la fórmula del Consorcio no funciona. Esto no es propio de un sistema democrático».
GuraSOS afirma que «la instalación no puede funcionar un día más en estas condiciones. Es imprescindible establecer un control democrático de las mismas con participación de la sociedad civil».