El voto de castigo al PNV es la noticia de esta noche electoral en Donostia, puesto que la lista liderada por Eneko Goia ha perdido casi 10.000 sufragios respecto a hace cuatro años. Aunque no peligra la tercera legislatura del primer edil jeltzale, puesto que ha acabado sacando una ligerísima ventaja a Juan Karlos Izagirre (EH Bildu), sale tocado y se confirman las percepciones previas sobre el descontento ciudadano con la gestión de la vivienda, el turismo o el tráfico.
Goia ha perdido casi uno de cada tres sufragios logrados en 2019, en que cabe matizar que obtuvo un excelente resultado llegando a amasar el 35,4% del voto. Ello se traduce en la pérdida de una concejalía, bajando de diez a nueve, aunque en la prórroga del recuento podría írsele otra al PSE, disputada en pocos votos.
Son dos los puestos que sube EH Bildu, que pasa de seis a ocho y recupera por tanto los mismos que tuvo entre 2011 y 2015 con el histórico resultado que siguió al cambio de ciclo en Euskal Herria y llevó a Izagirre a la Alcaldía. Los catorce puntos porcentuales y 14.000 votos de diferencia entre los soberanistas de izquierda y los jeltzales se han reducido ahora a la mínima expresión.
Los planteamientos de la fuerza independentista de izquierdas en favor de recuperar Donostia para la ciudadanía han recibido gran apoyo popular, hasta el punto de que EH Bildu tiene 2.000 votos más que los que dieron la vara de mando en 2011, entonces con un ayuntamiento muy dividido.
Ello abre la puerta a una legislatura de continuidad pero diferente, en que el PNV tendrá que reevaluar políticas que por ejemplo han aumentado el precio de la vivienda un 50% en los últimos ocho años, y en que paralelamente EH Bildu ve muy reforzada su posición de líder de la oposición.
El PSE aguanta
El castigo a la gestión salpica casi en exclusivamente al PNV, puesto que sus socios del PSE han retenido un porcentaje de voto similar, con Marisol Garmendia, segunda teniente de alcalde en esta legislatura, al frente de la candidatura. Puede sumar incluso una concejalía más, aunque por ahora se queda con sus cinco.
Pierde un puesto en el Pleno donostiarra Elkarrekin Podemos (de 3 a 2). Resumiéndolo mucho, podría decirse que EH Bildu ha «quitado» un acto al grupo jelkide y otra al morado.
El Ayuntamiento se completará con los tres concejales del PP, de nuevo muy lejos de sus mejores tiempos en la capital guipuzcoana y en posición política irrelevante. Y fuera de la Cámara pero con 2.000 votos inquietantes, muy por encima de los 1.200 anteriores, se queda Vox.