La dirección de Ciudadanos ha decidido no concurrir a las elecciones estatales convocadas por el presidente español Pedro Sánchez para el 23 de julio, pero no se disuelven y se dan un margen para iniciar un proceso «de rearme orgánico e intelectual» con el fin de prepararse para el próximo ciclo electoral.

La noticia llega después de que la jornada electoral del 28 de mayo supusiera un duro varapalo para la formación naranja, que no ha logrado obtener representación en ninguna de las autonomías en liza.

Fundado en 2006 en Barcelona con Albert Rivera al frente, en 2015 dio el salto a las instituciones del Estado español, llegando a ser segunda fuerza en Catalunya y cuarta en las elecciones al Congreso español. En 2017, Arrimadas ganó las elecciones catalanas, y en abril de 2019 fue la tercera fuerza en el congreso español con 57 diputados.

Sin embargo, solo 5 meses después, en la repetición electoral, cayó a 8 diputados, y apenas cuatro años después, en las elecciones de este domingo, el partido naranja ha perdido toda la representación que tenían en los parlamentos autonómicos.

La portavoz de Ciudadanos, Patricia Guasp, a pesar de ello, insistió ayer mismo en que «el espacio de centro liberal existe» y que el proyecto que defiende Ciudadanos «es el más necesario en este país».

Pero la Ejecutiva naranja convocó «de urgencia» para este martes a su Comité Nacional donde, tras un intenso debate, han acordado no presentarse a las elecciones.

Ha sido el secretario general de Cs, Adrián Vázquez, quien ha dado cuenta de esta decisión en una rueda de prensa en la sede de los naranjas, donde también ha dicho que no piden el voto para el PP ni para ninguna otra fuerza.

Voces disconformes

Este giro que dan en su estrategia se ha adoptado por una amplísima mayoría, según fuentes de la formación, aunque hay dirigentes que no están de acuerdo, entre ellos el todavía diputado en el Congreso Edmundo Bal, quien en redes sociales ha afirmado sentir «una gran vergüenza», además de calificar de «atropello» esta decisión.

También el único diputado que mantienen en Castilla y León, Francisco Igea, ha expresado su disconformidad al señalar que no presentarse a las generales es admitir «que el partido es inviable». Igea es uno de los que ha estado en la reunión de este martes, pero hay otros dirigentes, miembros del Consejo General, que tampoco comparten la decisión de no concurrir el 23J y creen que para esto es mejor disolverse.

Según otras fuentes consultadas por Efe, entre las que más han defendido la opción de que no haya papeleta el 23J se encuentran Inés Arrimadas y Begoña Villacís, la gran perdedora del domingo en las municipales. Hay quien ha propuesto plantear al PP algún tipo de alianza, pero no ha prosperado.

De hecho, Adrián Vázquez ha zanjado la cuestión al insistir que en la reunión han puesto el foco en cómo recuperar el espacio del centro liberal «y volver a ser decisivos». Para ello, han programado en julio «un gran encuentro nacional» con los casi 600 cargos que tienen para poner el contador a cero e intentar buscar los instrumentos para poder recuperar el pulso del electorado.