La ciudadanía de la CAV suspendió en junio por primera vez a Osakidetza, que según el Deustobarómoetro se ha convertido en el segundo problema de los encuestados. En su turno de réplica del Pleno de Política General, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ya dejó claro que no le gusta mucho esta encuesta de la Universidad de Deusto. Pero hay que recordar que también el Sociómetro de febrero de la propia Lehendakaritza, el único publicado este año, incidía en que el Sistema Vasco de Salud era percibido como el segundo problema.
Y entre las causas de ese malestar ciudadano, el mismo lehendakari mencionó el de las listas de espera, contra las que anunció un plan para reducirlas. Desde la oposición de izquierdas ya se le preguntó si ese plan se iba a basar en reforzar el sistema público de Salud o en derivar pacientes a la medicina privada.
Tenemos parte de esa respuesta. Osakidetza no solo está derivando, como siempre, pacientes para ser operados en clínicas privadas, sino que lo hace por lotes y con el fin declarado de reducir las listas de espera, según documentación que consta a este medio.
Por ejemplo, a las distintas OSI de la CAV se les ha «solicitado estimar el número de pacientes susceptibles de derivar &esc;[a clínicas privadas] en los procesos que más listas de espera están generando», como pueden ser «prótesis y cataratas».
Y una de ellas, que dice tener a 145 pacientes pendientes de ser operados de cataratas y 49 de prótesis de rodilla y cadera, informa de que «hemos enviado una estimación de 150 cataratas y 50 prótesis». Avisa de que «la semana que viene tendremos más información».
Decenas de ancianos a la vez
Fuentes sanitarias preocupadas por la afección que esta situación está suscitando entre pacientes han explicado a este medio que, por ejemplo, en el caso de las operaciones de cataratas se han dado situaciones en las que decenas de ancianos -que son los más afectados por esta dolencia- han sido convocados de forma conjunta en una clínica privada, para explicarles cómo iba a ser la operación, los pasos anteriores y el postoperatorio, para luego ya citarles personalmente para la intervención quirúrgica.
Esta fuente detalla que en Osakidetza esta información se da de forma individualizada a cada uno de los pacientes, y además se hace en un entorno de confianza entre el anciano que debe ser operado y su oftalmólogo habitual, el que le viene tratando siempre.
Este sistema de derivación a clínicas privadas también está produciendo compilaciones en los procesos postoperatorios, que en las intervenciones de cataratas precisan de un seguimiento continuado que no se está pudiendo garantizar de forma conveniente, lo que achacan a que este punto no ha sito debidamente tenido en cuenta y no está organizado.
Analizar alternativas
Frente a la decisión de aliviar las listas de espera derivando esos pacientes a empresas privadas, fuentes comprometidas con la Sanidad Pública explican que se podrían aplicar otras.
Por ejemplo, hay OSI en las que el problema no es de cirujanos especialistas, sino de anestesistas. Sugieren que se podrían organizar modelos de rotación y relevo que ya se están dando en otras especialidades, y garantizar una mayor presencia de anestesistas.
También hablan de las horas extraordinarias o autoconcertación de estos especialistas, que entienden que siempre sería más barata para el presupuesto público que derivar estos pacientes a la privada. Explican que muchas veces les van a intervenir los mismos profesionales que lo harán en la privada, pero al menos no habría que pagar las instalaciones.
Y, por supuesto, insisten en la necesidad de reforzar las plantillas del Sistema Público de Salud.
Objetivo político-electoral
La reducción de las listas de espera en Osakidetza se ha convertido en un objetivo político del propio lehendakari en este curso que acabará en elecciones. Por ello anunció en el Parlamento el objetivo de que en seis meses se recuperen los 65 días de demora media en intervenciones quirúrgicas, bajar de los 30 días para pacientes oncológicos y de los 90 días para cirugías cardiacas. Y recibir a los pacientes de Atención Primaria en 48 horas.
Objetivos que son mezcla de prestidigitación y propaganda, puesto que oficialmente la Atención Primaria ya pasa consulta en menos de 48 horas, pero la espera quirúrgica prepandemia no era de 65 días sino de menos de 50 días.