Decenas de palestinos han muerto este jueves a causa de una nueva oleada de bombardeos ejecutados por el Ejército de Israel contra varios puntos de la Franja de Gaza, tras los atrasos en la entrada en vigor de la tregua acordada entre el Gobierno israelí y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) como parte de un acuerdo para liberar a 50 rehenes en manos del grupo islamista.
Según las informaciones recogidas por la agencia palestina de noticias Maan, al menos catorce personas han muerto en un bombardeo contra Bani Suhaila, al este de Jan Yunis, si bien se teme que el balance de fallecidos pueda aumentar debido a que los equipos de búsqueda y rescate aún siguen intentando hallar a varios desaparecidos entre los escombros.
Asimismo, se han confirmado cuatro muertos en otro ataque aéreo contra la ciudad de Deir al Balá, en el centro de la Franja, mientras que dos bombardeos en la ciudad de Gaza y Beit Lahia (norte) han dejado decenas de muertos y heridos.
Por otra parte, la agencia palestina de noticias WAFA ha informado de la muerte del fotoperiodista Muhamad Moin Ayash y varios de sus familiares en un bombardeo contra el campamento de refugiados de Nuseirat (centro).
Los medios palestinos han informado además de la existencia de muertos y heridos en otros bombardeos contra el campamento de refugiados de Nuseirat (centro), un área entre los campamentos de Maghazi y Bureij, también en el centro, y una mezquita en la ciudad de Rafá (sur), en la frontera con Egipto.
Por su parte, el Ejército de Israel ha indicado que durante el último día ha bombardeado «aproximadamente 300 objetivos terroristas de Hamás», incluidas «sedes operativas, túneles de combate, almacenes de explosivos, instalaciones para la fabricación de explosivos y puntos de lanzamiento de misiles anticarro"»
En esta línea, ha confirmado ataques con drones en la ciudad de Yabalia (norte), donde se encuentra el mayor campamento de refugiados de la Franja, al tiempo que ha afirmando que los militares han hallado una entrada a un túnel dentro de una mezquita en el norte del enclave palestino.
Trabas y anuncios de retrasos
El rechazo del Tribunal Supremo de Israel a una petición por parte de una asociación en defensa de las «víctimas de terrorismo» que pedía bloquear el acuerdo de alto el fuego y sobre los rehenes con Hamas abrió la puerta a que los primeros cautivos fueran liberados este jueves entre las 10.00 y las 16.00, una vez ambas partes comprueben las respectivas listas.
Sin embargo, a última hora de ayer, llegó el primer contratiempo. Ningún rehén será liberado antes del viernes, anunció el jefe del Consejo de Seguridad Nacional israelí, Tzachi Hanegbi, que señaló que «las negociaciones continúan sin cesar».
Tras la incertidumbre, el Ministerio de Exteriores de Qatar ha anunciado este jueves que el alto el fuego temporal comenzará el viernes a las 7.00 (hora local) y los primeros rehenes, un grupo de 13 personas, serán liberados a las 16.00.
«La primera tanda de civiles que serán liberados de Gaza será sobre las 4 de la tarde del mismo día. Serán trece, todos mujeres y niños», ha dicho en rueda de prensa el portavoz de Exteriores catarí, Majed al-Ansari.
El acuerdo, en el que Qatar ha ejercido de mediador, contempla la liberación progresiva de un total de 50 personas secuestradas por Hamás en los ataques del 7 de octubre, a cambio de una pausa en la ofensiva militar lanzada ese mismo día sobre la Franja de Gaza. El pacto está contemplado inicialmente para cuatro días.
Majed al Ansari, portavoz ministerial qatari ha evitado aclarar, por «razones de seguridad», la vía por la que saldrán los rehenes, aunque a día de hoy el único paso abierto es el de Rafá, en la frontera con Egipto. «Nuestro principal objetivo es su seguridad», ha señalado, que sí ha confirmado que además de las partes directamente implicadas habrá colaboración del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), según la cadena Al Yazira.
A su vez, Israel deberá liberar a 150 prisioneros de sus cárceles, entre los que también se dará prioridad a mujeres y menores, una vez que los primeros rehenes hayan cruzado el paso de Rafah. Si el acuerdo se prorroga podría liberar 300 más.
Uno a tres
La proporción acordada para el canje siempre será de un rehén por cada tres prisioneros e Israel ya publicó ayer la lista con los 300 nombres de presos palestinos que podrán ser puestos en libertad si el acuerdo se aplica en su totalidad.
También contempla la entrada a la Franja, incluida la parte norte, de entre 100 y 300 camiones con alimentos y ayuda médica, además de combustible.
La Cruz Roja podrá entrar a visitar a los rehenes de las milicias palestinas de la Franja y les brindará atención médica, antes de ser trasladados a seis hospitales israelíes.
Aun así, el cumplimiento va a ser muy complicado y los próximos días serán críticos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ya ha advertido de que, tras la tregua, Israel continuará bombardeando y asediando Gaza.
Negociaciones «terriblemente difíciles»
El Gobierno israelí aprobó finalmente el acuerdo aun con la oposición de los miembros más ultras de su gabinete. Para lograrlo, fueron necesarias cinco semanas de negociaciones «terriblemente difíciles», según un alto cargo del Gobierno de EEUU que no quiso ser identificado.
Muy poco después del ataque del 7 de octubre por parte de las milicias palestinas y de la brutal venganza israelí, Qatar se ofreció a mediar para una posible liberación de los 240 rehenes que los palestinos querían intercambiar por los 5.000 presos.
En una discreta célula de trabajo, EEUU participó con dos funcionarios de la Casa Blanca, Brett McGurk y Josh Geltzer. Siguieron, durante semanas, «contactos diarios, hora tras hora», entre estadounidenses, israelíes, qataríes y egipcios.
Egipto es un mediador histórico en los acuerdos de alto el fuego tras las ofensivas israelíes contra Gaza, mientras Qatar mantiene una singular posición de afinidad con el islamista Hamas, a cuyo líder acoge, y es soporte financiero del Gobierno de Gaza, a la vez que conserva buenas relaciones con EEUU.
Las conversaciones se complicaron además por la multiplicidad de actores que activaron sus propios canales diplomáticos.
Un primer paso importante se dio el 20 de octubre con la liberación de dos mujeres estadounidenses «una prueba a escala real», según la fuente estadounidense, sobre el procedimiento. El jefe del Mossad israelí, David Barnea, y el director de la CIA, Bill Burns, se unieron en ese momento al restringido círculo de discusiones.
A la vez, el presidente estadounidense, Joe Biden, se encontraba con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyhau, mostrando su «apoyo inquebrantable», mientras seguían las matanzas.
«Empujar con halagos» a Netanyahu
A juicio de altos funcionarios estadounidenses citados por la publicación ‘Político’, este apoyo, que ignora las crecientes demandas para poner fin a los ataques, permite a EEUU mantener la influencia sobre su aliado israelí y «empujar con halagos» hacia el acuerdo a un Netanyahu, que también se encuentra bajo la presión de las familias de los rehenes.
Estos altos cargos estiman que la tregua prueba que esta estrategia está funcionando, mientras otros creen que no hay nada que reivindicar, sino que simplemente «es lo que debe hacerse».
El Gobierno estadounidense teme además que un acceso más amplio a la Franja permita dar mayor cobertura a la devastación del territorio y a las masacres, aumentando el rechazo de la opinión pública.
El 7 de octubre, Hamas acusó al primer ministro israelí de obstaculizar la liberación de 12 cautivos extranjeros que estaba preparando para continuar los ataques sobre Gaza.
Comunicaciones interrumpidas
A medida que las discusiones entraban al detalle, se encontraban con dificultades como qué rehenes podía liberar Hamas. Además, las comunicaciones resultaban muy complicadas «con mensajes que debían pasar por Doha y El Cairo hasta la Franja de Gaza y regresar en la otra dirección» desde un territorio asediado y sometido a una devastación sin precedentes.
El 12 de noviembre, Biden presionó al emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al-Thani, para que Hamas accediera a ampliar una lista inicial de 10 nombres y acabara presentando los 50 definitivos.
Hamas, por su parte, reclamó que el Ejército israelí detenga también los sobrevuelos de sus drones sobre la Franja para evitar exponer sus estrategias operativas y la ubicación de los rehenes.
El 14 de noviembre, Israel dio su primera luz verde, pero «de repente todo se bloqueó», y la negociación se ve interrumpida de nuevo en varias ocasiones hasta una reunión decisiva en Doha el 18 de noviembre, en la que participaron el enviado estadounidense Brett McGurk, acompañado por teleconferencia por el jefe de la CIA, y en la que se detalló un plan del proceso de liberación.
Al día siguiente, una respuesta de Hamas permitió resolver los puntos pendientes durante una entrevista con el jefe de los servicios de inteligencia egipcios, Abbas Kamel,
Todavía ayer, David Barnea, director del Mossad, viajó a Qatar para ultimar los detalles del acuerdo y recibir la lista de rehenes que serán liberados.