El Athletic vuelve a saborear la gloria al ganar el título de Copa 40 años después. No sin sufrir, pues el Mallorca ha dado el primer golpe con un gol de Dani Rodríguez que ha acallado la multitud rojiblanca desplazada a Sevilla.
Sancet, en la segunda mitad, ha liderado la remontada con el gol del empate y, aunque han estado negados de cara a gol en el tiempo reglamentario, Agirrezabala y Berenguer se han erigido en héroe en la tanda de penaltis.
El primero ha parado el lanzamiento de Morlanes, después ha fallado Radonjic y finalmente Berenguer ha materalizado el cuarto y decisivo penalti que le ha dado el trofeo a la escuadra rojiblanca.
El conjunto vasco no ha hecho una buena primera parte, pero ha reaccionado de manera sobresaliente en el segundo periodo, además de llegar bastante más entero a la prórroga y proponer futbolísticamente más que el Mallorca.
Recuperado Nico, Ernesto Valverde ha alineado el once previsto, a diferencia de un Javier Aguirre que ha sorprendido en el equipo inicial con la presencia de Darder, pero, sobre todo, por un planteamiento con las líneas muy avanzadas, arriesgando lo suyo.
Ello ha ahogado al Athletic e impedido robos rojiblancos jugando balones directos a sus dos torres, Larin y Muriqi, que han complicado mucho la tarea a los centrales vascos, pues se han llevado la mayor parte de las pelotas aéreas que tuvieron.
El cuadro vizcaino ha volcado la mayor parte de su juego ofensivo por el costado zurdo, donde el menor de los Williams ha sido el que mayor peligro ha llevado a la meta de Greif.
Sin cumplirse el primer minuto ya ha recogido un balón suelto que ha acabado con un zurdazo desviado en un buen inicio de los leones, pero que se han ido atascando conforme avanzaban los minutos.
Aún ha podido Galarreta, superado el primer cuarto de hora, poner a los suyos por delante con un buen empalme desde fuera del área, pero el cancerbero bermellón ha estado muy rápido para enviar a corner con su estirada a dos manos.
El Mallorca ha dispuesto de la primera ocasión en una mala entrega de Nico, que Muriqi ha aprovechado para sacarse un chut centrado más allá de la media luna, que Agirrezabala ha mandado a corner.
Encaja en estrategia
Sabía el Athletic del poderío balear en las jugadas a balón parado, pero poco ha podido hacer para impedir que encajase así. Hasta en tres ocasiones ha rematado el Mallorca dentro del área rojiblanca –primero Gio sacando la defensa y después Copete con buena parada de Agirrezabala–, para en la última colocar con mucho criterio y sin ponerse nervioso Dani Rodríguez en el 21.
Ha acusado seriamente el golpe el Athletic porque el Mallorca se ha reforzado en su planteamiento al ponerse por delante en el electrónico, impidiéndole triangular, hasta el punto que al bloque rojiblanco no le ha quedado otro remedio que intentarlo con disparos lejanos, tal y como han probado un hasta entonces poco participativo Sancet y Guruzeta.
Ante el embotellamiento ofensivo, la escuadra vizcaina ha vuelto a volcar sus acometidas sobre Nico, que ha visto cómo Munuera Montero le ha anulado el empate al estar en fuera de juego en el momento de la pared con Yuri.
Sí que ha podido subir al luminoso en el añadido del primer tiempo otra magnifica oportunidad de la que ha sido protagonista, pero con todo a su favor ha enviado el cuero al exterior de la red.
Todavía ha tenido tiempo Guruzeta para equilibrar la balanza con un lanzamiento cruzado y raso que se ha marchado pegado al poste, derivando en un receso necesario para que el Athletic respirase y buscase soluciones de cara al segundo periodo.
La primera por parte de Valverde ha sido colocar más músculo en la medular con la salida de Vesga, en detrimento de Prados, además de un cambio de actitud que ha dado sus frutos de manera casi inmediata.
Sancet se activa
Los primeros cinco minutos de la reanudación han sido cruciales. Primero, porque Agirrezabala ha impedido en el 46 un 2-0 que hubiera puesto muy cuesta arriba la final para el Athletic y porque el talento de Sancet ha aparecido en el 50 para colocar en las redes una magnífica asistencia entre líneas del omnipresente Nico.
El 1-1 ha invertido la inercia de manera drástica, no sin apuntar que un balón que parecía perdido lo ha acabado centrando Larin, superando por alto a Agirrezabala y escupiendo finalmente el poste ese balón suelto.
Pese al susto, el equipo vizcaino se ha soltado todas las ataduras mentales y ha acogotado al Mallorca en su área, firmando los mejores minutos rojiblancos, con incursiones constantes, espoleado el bloque vasco desde una grada exhultante.
De nuevo, el menor de los Williams se ha inventado una diablura con dos regates en una baldosa (m.61), pero su posterior centro no ha encontrado rematador. En todo caso, el Athletic ya ha sido una avalancha, con Sancet moviéndose por todo el frente de ataque y un equipo balear completamente desbordado por el alud rojiblanco, pese a que Aguirre ha oxigenado a los suyos, pero variando su plan inicial, a la espera de que pasase el chaparrón.
Ha conseguido su objetivo el preparador mexicano, frenando en parte las embestidas vizcainas, que han debido conformarse con una peinada de Guruzeta en el primer palo (m.72) y un tiro raso de Yuri (m.78). Disponiendo ya mucho más del balón, el Athletic ha sufrido bastante menos en defensa, apenas un disparo mordido de Radonjic (m.76).
Así las cosas, y con el miedo mutuo a perder, el choque ha acabado en la obligada prórroga, en cuyo primer tiempo Muniain ha querido hacer historia, intentando un empalme defectuoso y una falta directa que se ha marchado fuera por poco (m.102).
Una vez más, Nico ha sido el que más cerca ha estado de marcar diferencias, pero su remate a bocajarro cuando ya se cantaba el gol ha sido taponado por Maffeo (m.112), pero el Mallorca también la ha tenido en la cabeza de Muriqi, respondiendo Agirrezabala con una intervención salvadora (m.113).
Todo se ha resuelto desde los once metros, donde el Athletic ha sido mucho más resolutivo –ha anotado todos sus lanzamientos–, mientras que Agirrezabala se lo ha parado a Morlanes y Radonjic ha enviado la pelota por encima del larguero.
Berenguer ha desatado el éxtasis en la grada de aficionados rojiblancos, con un penalti transformado que pasará a la historia después de tanta sequía copera para las vitrinas del Athletic.