Buena parte de las miradas han estado depositadas esta noche en Araba, herrialde que las encuestas situaban en cerrada disputa entre PNV y EH Bildu, con los jeltzales claros dominadores en los comicios autonómicos desde 2012 y la coalición soberanista por delante en la última cita con las urnas, la de las elecciones al Congreso y el Senado del año pasado, y apenas un millar de papeletas de distancia en las forales. Los primeros datos reales confirmaban que la pugna iba a ser muy reñida en ese territorio, en comparación con los otros dos, pero la coalición soberanista ha liderado el recuento de principio a fin.

El tanto ha caído, por tanto, del lado de EH Bildu, que con casi 45.000 apoyos ha roto con mucho, muchísimo, su techo histórico, que estaba fijado en los comicios de 2012 con 34.193 votos.

30.000 votos en Gasteiz

Los resultados de la candidatura liderada por Pello Otxandiano, cinco puntos porcentuales por encima de los de 2020, son espectaculares, y más teniendo en cuenta que ha vencido también en Gasteiz, como ya hizo Rocio Vitero en las municipales, y en buena parte de los municipios alaveses, entre ellos Amurrio, Agurain, Labastida, Oion, Bernedo, Asparrena, Artziniega, Zuia, Zigoitia y también en Iruña Oka, donde ha arrebatado el primer puesto a los jeltzales. En Laudio, segunda localidad alavesa en población, se ha producido un curioso empate a 3.327 votos. 

En Gasteiz EH Bildu ha obtenido casi 30.000 votos, diez mil más que hace cuatro años y cinco mil más que en los comicios del 28 de mayo de 2023, que ya fueron un hito para la izquierda soberanista. La capital, con su peso demográfico, refleja perfectamente el enorme cambio sociológico y electoral que se ha producido en ese herrialde en los últimos años.

El partido jelkide, aun no pudiendo aguantar el tirón y habiendo perdido cinco puntos –apenas mantiene los 40.000 votos de 2020, con una participación mucho mayor– ha tenido depositadas sus esperanzas en un escaño que ha ido bailando entre su lista y la de Sumar, pero finalmente ha sido la formación de izquierdas la que se ha quedado con él, dejando al PNV en siete representantes, dos menos que hace cuatro años.

En este caso, el haber mantenido el primer puesto en algunos de sus feudos habituales no amortigua el amargo sabor de boca que ha dejado esta noche electoral en la plancha liderada por Joseba Díez Antxustegi.

Otro punto de atención ha sido la disputa que mantienen PSE y PP, también cerrada, con ambos empatados a cuatro escaños –sube uno el PP– y apenas medio millar votos de diferencia a favor de los primeros. Sin embargo, la candidatura de Javier de Andrés puede exhibir como logro la victoria en Laguardia y, sobre todo, los diez mil votos que ha subido respecto a las elecciones de 2020, cuando fueron en coalición con Cs.

Y entre quienes tenían en duda su representación parlamentaria, además de Sumar es Vox quien tiene esta noche motivos de alivio, pues mantiene su escaño, algo que ponían en entredicho bastantes encuestas.