Un tribunal federal de Estados Unidos en las Islas Marianas del Norte, en el océano Pacífico, ha aceptado este miércoles el acuerdo de culpabilidad por espionaje del fundador de Wikileaks, Julian Assange, por lo que la Fiscalía ha retirado su solicitud de extradición y el periodista ha podido volver a su país natal, Australia.
«Podrás salir de esta sala como un hombre libre», ha anunciado la jueza Ramona Villagómez Manglona, después de señalar que es «justo» y «razonable» aceptar como condena los 62 meses que ya ha cumplido, puesto que es el tiempo que ha pasado encarcelado en una prisión de máxima seguridad de Gran Bretaña en virtud de la orden de arresto emitida desde Estados Unidos.
La jueza ha señalado que no habría aceptado el acuerdo si el caso se le hubiera presentado en 2012, pero ha sostenido que la situación en 2024 es diferente. «Quiero destacar que el tiempo importa», ha concluido. Asimismo, ha indicado que «otro hecho relevante» es que el Gobierno ha señalado que «no hay ninguna víctima personal aquí», es decir, que la publicación de la información «no resultó en daños físicos conocidos».
Al dictar la sentencia, la jueza ha dicho también haber considerado, entre otros factores, el periodo de encarcelamiento de la exsoldado Chelsea Manning, principal fuente de Assange en la filtración de WikiLeaks, quien estuvo en prisión entre 2010 y 2017, cuando su condena fue conmutada por el entonces presidente Barack Obama.
Tras leer la sentencia, la Fiscalía ha retirado inmediatamente su solicitud de extradición de Assange, por lo que ha podido volar a Canberra, capital de Australia. El periodista, que a la salida del tribunal ha saludado con la mano a los periodistas presentes sin hacer declaraciones, ha tomado un vuelo a las 13.00 horas (hora local) y llegará a territorio australiano seis horas y media después. Allí, realizará una rueda de prensa, que está programada para las 21.15 horas (13.15 hora de Euskal Herria) desde el East Hotel.
Prohibido regresar a EEUU sin permiso
Tras la audiencia, el Departamento de Justicia estadounidense ha indicado que, como parte del acuerdo de culpabilidad, Assange tiene prohibido regresar a Estados Unidos sin permiso, tal y como reza un comunicado publicado en su página web. Además, ha indicado que su declaración ha «concluido» oficialmente el caso.
Por su parte, el equipo legal del acusado ha afirmado que este caso es una «victoria para la libertad de expresión», destacando que ha dejado un «poderoso legado» y que su historia ha «provocado un importante» debate sobre la libertad de prensa y la seguridad nacional. La abogada Jennifer Robinson ha animado a sus seguidores a «seguir luchando» contra un «precedente peligroso».
Press conference outside Saipan court with Julian’s US criminal defence attorney Barry Pollack and UK barrister Jennifer Robinson. pic.twitter.com/57T287p8SE
— Stella Assange #FreeAssangeNOW (@Stella_Assange) June 26, 2024
«Espero que el hecho de que hayamos podido liberar a Julian Assange hoy contra todo pronóstico y contra uno de los gobiernos más poderosos del mundo da esperanza a todos los periodistas y editores que están en prisión en todo el mundo», ha declarado, tras asegurar que se trata de «un gran alivio» que «después de 14 años de batallas legales» el reportero pueda «regresar a casa como un hombre libre».
Se declara culpable pero defiende sus acciones
El fallo ha llegado horas después de que Assange se declarara culpable de un cargo de vulnerar la Ley de Espionaje para conspirar para obtener y difundir información clasificada, si bien ha defendido sus acciones ante el tribunal, considerando que su labor como periodista debería haber estado protegido por la Primera Enmienda de la Constitución.
«Cuando trabajaba como periodista, animé a mi fuente a proporcionar información que se decía que era clasificada para poder publicarla. Creo que la Primera Enmienda protege eso. Creo que la Primera Enmienda y la Ley de Espionaje se contradicen entre sí, pero acepto que sería difícil ganar un caso así dadas todas las circunstancias», según recoge el periódico ‘The Washington Post’.
En dos ocasiones, cuando la jueza le ha preguntado cómo se declaraba ante los cargos imputados, el australiano ha respondido: «Culpable de la información», una declaración inusual para estos procedimientos, según informan el británico ‘The Guardian’ y ‘The Sydney Morning Herald’.
Por su parte, representantes de Estados Unidos han caracterizado a Wikileaks como un sitio web que pretendía deliberadamente sacar a la luz información militar y de defensa sensible que amenazaba la seguridad nacional. Con todo, han acusado a Assange de animar a altos cargos a revelar dicha información, mencionando los documentos filtrados por la exanalista de las Fuerzas Armadas Chelsea Manning, que estuvo aproximadamente siete años en prisión.
«No puedo parar de llorar»
La pareja del fundador de WikiLeaks ha expresado este miércoles su emoción tras la liberación de su marido.
«Julian sale del tribunal federal de Saipan como un hombre libre. No puedo parar de llorar», escribió en X Stella Assange.
Julian walks out of Saipan federal court a free man. I can’t stop crying.#AssangeFree #AssangeJet pic.twitter.com/Uee3uKceg0
— Stella Assange #FreeAssangeNOW (@Stella_Assange) June 26, 2024
Por su parte, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha subrayado que el caso de Assange «se ha prolongado durante demasiado tiempo». «No se gana nada con su encarcelamiento continuo y queremos que lo traigan a casa, a Australia», ha manifestado en declaraciones a la cadena de televisión australiana ABC.
Asimismo, ha comentado el proceso judicial señalando que se trata de «un avance positivo», pero ha agregado que los «procedimientos son delicados y deben ser respetados». «Esto no es algo que haya sucedido en las últimas 24 horas, es algo que se ha considerado pacientemente, trabajado de manera calibrada, que es la forma en que Australia se comporta internacionalmente», ha concluido.
En la víspera, el Tribunal Superior de Londres le dejó en libertad bajo fianza tras el acuerdo, por el que se declara culpable a cambio de una sentencia que equivale a los más de cinco años que lleva en una prisión de máxima seguridad británica. Desde Londres se ha dirigido a Saipan, antes de hacer una parada en la capital de Tailandia, Bangkok.
Este episodio pone fin a una saga de 14 años que comenzó en 2010 con la mayor filtración de documentos clasificados de la historia de Estados Unidos, cuestionando el papel de Washington en el mundo al revelar ataques a civiles en Irak y en Afganistán, así como el maltrato de presos en Guantánamo, entre otros asuntos.
Tras la filtración, Suecia emitió una orden de arresto por cargos de abuso sexual, que posteriormente fueron retirados. Assange se refugió en 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, hasta que en 2019 fue arrestado por autoridades británicas, pasando los últimos cinco años en una cárcel de alta seguridad.
A finales de mayo, el Tribunal Superior de Londres falló en favor del fundador de Wikileaks para permitirle apelar contra su orden de extradición al país norteamericano, donde se temía que se enfrentase a una batería de cargos que podía implicar hasta 175 años de cárcel.
El periodista ha defendido en todo momento que las informaciones reveladas en 2010 sobre corrupción gubernamental y abusos contra los derechos humanos sirvieron para dar a conocer crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos.
Stella Assange: «Necesita tiempo»
La esposa de Julian Assange, Stella Assange, ha declarado este miércoles que su marido «necesita tiempo y recuperarse para acostumbrarse a la libertad» y ha pedido «espacio y privacidad antes de que el activista decida hablar de nuevo», tras su regreso a Australia como un hombre libre.
Estaba previsto que, tras su llegada a Australia, Julian Assange compareciera ante los medios, pero finalmente ha sido su esposa la que ha atendido a los medios.
«Julian quería estar aquí hoy, pero me ha pedido que lo haga. yo.. Tenéis que entender por lo que ha pasado. Necesita tiempo, necesita recuperarse y esto es un proceso…», ha afirmado Stella Assange en una rueda de prensa en un hotel de Canberra, en la que indicó que su esposo necesita «volver a acostumbrarse a la libertad».
«Os pido por favor que nos deis el espacio y la privacidad para encontrar nuestro lugar y que nuestra familia pueda ser una familia antes de que pueda hablar de nuevo cuando él elija», ha señalado.