Un juez británico autoriza la extradición de Antton Troitiño
Un juzgado británico ha aceptado la extradición de Antton Troitiño al Estado español, «prevaleciendo la confianza mutua entre el Reino Unido y España, que es la base de la orden europea de arresto». La defensa puede recurrir y la agencia Efe apunta que fuentes de la defensa han confirmado que lo harán.
Un juez inglés ha autorizado la extradición de Antton Troitiño por el cargo de supuesta pertenencia a ETA. El juez Howard Riddle, de la Corte de Magistrados de Westminster, ha rechazado el otro cargo que le imputaba el Estado español, de falsificación y posesión de documentos oficiales, acusación perteneciente a la primera detención en Londres, en junio de 2012. Según apunta la agencia Efe, un portavoz de la defensa ha confirmado que recurrirán la sentencia.
El magistrado ha rechazado los argumentos presentados por la defensa durante el juicio, afirmando que «prevalecía la confianza mutua entre el Reino Unido y España, que es la base de la orden europea de arresto».
Por su parte, el abogado defensor, Mark Summers, ha argumentado durante el proceso judicial que los cargos que se le imputan están «motivados políticamente», mientras que el fiscal Ben Lloyds, que representa al Estado español, ha negado que haya habido «mala fe».
Este es el tercer juicio de extradición a Troitiño en el Reino Unido, el primero de los cuales terminó cuando en octubre de 2013 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos revocó la doctrina Parot.
Troitiño abandonó la prisión de Huelva en 2011, tras pasar más de 24 años encarcelado. Un año después fue detenido en Londres, pero en octubre de 2013 el Tribunal Superior de Londres decretó su libertad condicional.
Sin embargo, el 13 de febrero de 2014, volvió a ser detenido, cuando acudía como cada día a firmar a comisaría, para volver a ser puesto en libertad un día después.
Tras ello, el Estado español volvió a pedir la extradición del donostiarra, después de que la Audiencia Nacional abriera un nuevo caso contra él. Pese a ello, el pasado octubre la Justicia británica volvió a rechazar la extradición.